Luis Ortiz Ramírez / Los maestros de todo el país, son pilares fundamentales del progreso y forjadores de miles de profesionistas, pero a pesar de ello, han sido tachados de revoltosos y flojos, de vividores del sistema no los bajan.
Son considerados como prole de clase media baja que solo sabe cobrar su quincena para gastarla en el botanero con sus colegas. Pero en todas las profesiones se dan los contrastes, y en el magisterio no es la excepción. Desde 1943, año en que se funda el SNTE, el mismo sindicato engendro una prole de hijos putativos, que fueron mimados y malcriados, algunos efectuaban trabajo de guaruras, jardineros, nanas, choferes, cuida borrachos y mandaderos, entre otras actividades muy ajenas a la educación.
Estos estuvieron conectados a la ubre del sistema educativo, cobrando como maestros, sin conocer la (o) por lo redondo. Estos seres, setenta años después, se niegan a desaparecer, son como la mala hierba sembrada entre los trigales, que muchas veces pasan desapercibidos. Regularmente son conocidos como como “comisionados o aviadores”, a ellos, solo se les podía ver, cada quincena, cuando recogían su cheque y le regalaban un billete de 20 pesos al habilitado para pagar. ¡Claro! que luego con el pago de tarjeta se sintieron más cómodos, el gobierno les respetaba su intimidad, ya no era necesaria ser víctima de las miradas de los “envidiosos”.
La gran mayoría eran hijos de funcionarios del PRI y de los charros del SNTE. Estos sujetos parasitarios fueron evolucionando, hasta que se hicieron especialistas en cochupos electorales, cuando había que llenar un evento político, se les podía ver ocupando los mejores lugares, se convirtieron en grandes porristas y acarreadores. Muy necesarios para que el PRI continuara en el poder.
Según el titular de la SEP, muchos ya han sido detectados y regresados a sus escuelas. No obstante algunos todavía se escudan en las siglas del gastado sindicato magisterial.
Al parecer, después de la segunda quincena de enero, el SNTE comenzara a pagar de su bolsa el salario de estos “valiosos” asistentes. Según las cuentas de la SEP, se dejara de pagar a casi 2 mil 200 comisionados (aunque se sospecha que la cifra es más elevada), significando un ahorro de mil millones al año. Quiera reconocerse o no, este ha sido un duro golpe al SNTE de parte del gobierno federal.
Aunque no solo los comisionados han sido tocados, también los miembros del comité ejecutivo saben que han perdido espacio y maniobra con el presidente.
Muchos añoran las invitaciones a los Pinos o a las casas del gobernador en turno. Estos vetustos lideres solo son invitados de piedra cuando se da la negociación anual sobre el incremento magisterial en el mes de mayo, las fiestas faraónicas se han terminado, ya no llegan los Rolex a las secciones estatales, ya no hay más viajes a las Vegas con todos los gastos pagados, donde los allegados a la cúpula del poder podían llevar a sus “casas chicas”.
Muchos pensaron que el destino no los alcanzaría, creyeron que su “Líder” los iba a proteger, sin imaginar que él mismo, es víctima de sus propias traiciones. Hoy solo se escucha el crujir de sus dientes. No cabe duda que es una de cal por otra de arena en el ámbito educativo.
Ahora el reto es buscar el acomodo en las escuelas, de todos estos “maestros” sin más mínima preparación pedagógica. Según la propia SEP, algunos serán subdirectores administrativos o académicos. La verdad se ve difícil que los Directores acepten a maestros sin preparación en sus escuelas.
Además muchas delegaciones bajo la presión del cuerpo docente, administrativo y personal de apoyo, ya no están abriendo los espacios tan fácilmente como antes.
Esa es la realidad a la que muchos comisionados se están enfrentando. Los comisionados sindicales, junto a la élite del SNTE, y gracias a las argucias del gobierno federal para controlar al sindicato magisterial, han llegado a ser, los huérfanos de la Reforma Educativa.
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