Campaña por los valores

- en Opinión

Filiberto Vargas Rodríguez / – Marco, quiero que me acompañes mañana, en el arranque de mi precampaña.

– Claro, Héctor. Ahí estaré. Ahí estaremos todos los que creemos en tu proyecto.

– No, no me entiendes primo. Quiero que me acompañes, que llegues conmigo, que estés a mi lado. Mi familia es el motor que me impulsa y tú formas parte de ella.

En estos momentos, cuando estamos perdiendo los valores fundamentales, los que nos dan identidad como seres humanos, resulta refrescante escuchar a alguien que antepone a la familia y el amor a sus semejantes, en su mensaje de campaña.

No sé si Héctor Yunes sea la mejor opción para gobernar a Veracruz los próximos dos años, pero alguien que en lugar de alentar la revancha, el odio, la venganza, promueve la unidad familiar y el respeto mutuo, es alguien al que hay que escuchar, alguien al que hay que tomar en cuenta.

Héctor Yunes Landa inició este domingo su precampaña, con un encuentro con dirigentes seccionales, en Xalapa, en el Salón Domo, evento al que llegó acompañado, entre otros, de su primo, el diputado federal Marco Antonio Aguilar Yunes.

* * *

Si en el centro del país tenían alguna duda sobre la conveniencia de «invitar» a Javier Duarte a integrarse al gabinete federal, para evitar que se convierta en un factor de escisión para la campaña de Héctor Yunes, el mandatario veracruzano se está encargando de disiparlas, con el absurdo conflicto que sostiene con la Universidad Veracruzana.

Y el problema no es que Javier Duarte desgaste su imagen intentando aplicar una argucia jurídica para evadir su responsabilidad financiera con esa casa de estudios. Lo grave es que se está llevando entre las patas a quien se perfilaba como su eventual sucesor, a su secretario de Gobierno Flavino Ríos Alvarado, quien ya arrastraba su propia cruz tras ordenar el desalojo de los pensionados del IPE, y que ahora es quien firma la carta dirigida a la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, en la que le explica que no le pagará lo que le debe, «porque la Universidad le debe más al Gobierno del Estado», lo que de inmediato fue desmentido, con argumentos jurídicos muy sólidos, por el abogado de la UV.

Lo menos fuerte que se le ha dicho al Gobernador por este nuevo affaire es que carece de sensibilidad, pero los adjetivos suben de tono y abonan a la percepción de que es impostergable su salida.

Mientras tanto, las cosas se le empiezan a acomodar al candidato priista e incluso en los medios nacionales se hizo referencia a la declinación del expanista Gerardo Buganza.

Francisco Garfias, analista del periódico Excélsior, sugirió que en esta decisión pudo estar metida la mano de Javier Duarte:

«Nadie sabe las razones reales de Buganza para bajarse de la contienda en Veracruz. El exsecretario de gobierno de Javier Duarte, otrora miembro del PAN, había rebasado sin problemas el número de firmas requeridas. El alegato que utilizó para explicar su baja es que no hay garantías para una elección independiente. ¿No lo sabía antes? Las sospechosistas que nunca faltan dicen que llegó a un arreglo con su exjefe. ¿Será?».

En el PAN, por otra parte, una vez más tuvo que intervenir el Comité Nacional para despejarle el camino a Miguel Ángel Yunes (¿Recuerdan la imposición de Madero hace seis años?) pues vieron con preocupación que el exdiputado federal Víctor Serralde, quien también se inscribió como precandidato, ponía en riesgo la candidatura.

Una prolongada charla entre el dirigente nacional albiazul, Ricardo Anaya y Víctor Serralde tuvo como consecuencia que este último declinara y le dejara el camino abierto a Yunes Linares. A ver cuántos votos de castigo le cuesta esto al candidato de la alianza PAN-PRD.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.