El “destape”

- en Opinión

Salvador Muñoz / Mientras unos celebraban el “destape” de Héctor Yunes Landa en el rancho Rosa del Alba, allá en Medellín de Bravo, otros literalmente permanecían “tapados”. Algunos, por estrategia política; y otros (como yo), por el pinche frío que hizo todo el día en la capital jarocha.

La comida ofrecida por Juan Carlos Molina Palacios, dirigente estatal de la CNC, había sido anunciada con varios días de anticipación, no así la invitación para los medios de comunicación, que se dio “al cuarto para las doce”.

Estaban anunciados un chorro de alcaldes, diputados y figuras políticas… aunque también cabe citar que fueron convidados a la mesa del Señor, el senador Pepe Yunes Zorrilla así como los diputados federales Erick Lagos Hernández y Alberto Silva Ramos que junto con Héctor, son las cuatro cartas del PRI por la gubernatura de dos años…

Pero tres cartas no fueron al banquete o “destape”, como fue calificado.

Pero, ¿por qué no fueron?

Si mantenemos nuestra postura de lector de cartas, pudiéramos ver, en el caso de Pepe Yunes Zorrilla, un dejo de cortesía para su “Tío”, en el sentido de que “es su show, es su momento, es su fiesta… ¡vamos! ¡disfrútala! ¡gózala!”…

Por supuesto, en el caso de Erick Lagos, es entendible que se trata de un asunto de “fidelidad” (bueno, no, creo que no es la palabra correcta…), más bien de institucionalidad hacia el Gobernador.

Y sobre Alberto Silva Ramos, pues en su calidad de dirigente del PRI estatal, su presencia de cierto modo (así como la de Chilly Willy), hubiera avalado el “destape” de Héctor Yunes.

En pocas palabras, es claro que la señal de los otros dos precandidatos a la Gubernatura (Erick y Beto), es que todavía no los den por muertos.

Si bien es cierto que Hectoristas ya celebran el “destape” ocurrido en Rosa del Alba, a los cuatro vientos, y algunos “Pepistas” que de plano ya se cambiaron al bando del choleño, se adhieren a éste, creo que justo es poner en su justa dimensión los hechos.

Nos queda claro que Héctor Yunes Landa viene haciendo un trabajo de “colocación” no sólo entre la militancia de su partido, sino también a ras de pueblo o electores. ¡Vamos! Para mañana, ya muchos perredistas, panistas, taxistas, oficinistas y entidades de otras faunas sociales, sabrán quién es el candidato del PRI, gracias al “destape de Rosa del Alba”.

Y digo que es una táctica de “colocación” o de ubicarse en el imaginario colectivo como candidato, porque si bien es el favorito entre los dos diputados federales (Erick Lagos y Alberto Silva, con el aparente retiro de la contienda de Pepe Yunes), hasta que no le alcen la mano oficialmente, no puede cantar victoria.

Digo, si bien el hecho de que lo “destape” su compadre y al mismo tiempo dirigente de las fuerzas vivas del campo, Juan Carlos Molina Palacios, implica que uno de los sectores más poderosos del PRI lo apoya, uno se preguntaría: ¿Quién cree que debería de alzarle la mano a Héctor? ¿Peña Nieto? ¿Manlio Fabio Beltrones? ¿Osorio Chong? ¿o el Gobernador?

Por cierto, ayer por la tarde, el gobernador Javier Duarte de Ochoa subía a su cuenta de Twitter, parte del Acuerdo de Unidad que firmaron los mosqueteros citados.

¿Qué significa esto?

Que una vez que estamparon su firma Héctor, Silva, Pepe y Erick en este documento, avalan cualquier decisión que tome el CEN del PRI a la hora de elegir Candidato de Unidad:

“Estamos convencidos de que es momento de establecer un Acuerdo de Unidad por el futuro de Veracruz, que garantice que la unidad en la inclusión sea el compromiso que sellaremos apoyando el registro de un solo aspirante, en el momento en que el CEN defina los términos de la convocatoria para seleccionar a quien resulte candidato.

“Ese compromiso de unidad continuará durante el proceso de campaña y se refrendará cuando construyamos el próximo gobierno, con la seguridad de que jamás aceptaremos una candidatura por un partido distinto al que militamos, que nos ha dado tanto y al que mucho debemos.

“Estamos seguros que el Comité Ejecutivo Nacional que usted encabeza, considerará todos los elementos a su alcance para tomar la mejor decisión, para resolver e informarnos quién es la, o el aspirante que habrá de encabezar la unidad con inclusión, al momento de registrarlo como nuestra candidata o candidato a gobernador”. Sí, lo firman en orden alfabético: Erick Lagos Hernández, Alberto Silva Ramos, Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla.

¿Qué quiere decir con esto Javier Duarte de Ochoa? Que aún no hay candidato… pero para los hectoristas hubo “destape”.

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