Luis Ortiz Ramírez / Con apenas escasos tres meses como Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer se ha dado cuenta que no es lo mismo despachar en el confort que ofrece la Oficina de la presidencia que visitar escuelas sin internet y baños dignos.
Este novel secretario esta apenas conociendo el verdadero México, el de las carencias y miserias. Su cercanía con Enrique Peña Nieto desde que este fuera gobernador y su trabajo con Erubiel Ávila, son las mejores credenciales que recomiendan a este funcionario.
Hace tres años, el 1 de diciembre de 2012, Aurelio Nuño fue designado por su amigo Enrique, Jefe de la Oficina de la Presidencia, ya había demostrado su lealtad y su creatividad como coordinador de mensaje durante la campaña presidencial. Su corte de pelo lleno de rulos que distinguían al rubio funcionario desapareció cuando llego a los Pinos como dedo chiquito de su amigo del alma Enrique Peña Nieto, tenía que reflejar una imagen sobria, de seriedad como los costosos trajes grises que acostumbra vestir.
Miguel Ángel Osorio Chong por instrucciones de arriba lo incorpora al equipo del gobierno electo encargado de negociar el Pacto por México. Hasta este momento la vida le sonreía al rubio yuppie, tenía la venia del presidente, se encargaba de agendar las actividades de su amigo, se codeaba con los dos pilares del gobierno actual, Osorio Chong y Videgaray. En otras palabras estaba en la cuna del poder.
No obstante el 27 de agosto de 2015, tiene que abandonar sus confortables oficinas de los Pinos, ya que es nombrado por el Presidente como Secretario de Educación Pública en sustitución de Emilio Chuayffet, que se había desgastado en enfrentamientos estériles con el magisterio. Su presencia como gran negociador era necesaria.
Tenía que enfrentar a los diversos grupos de maestros inconformes en gran parte del país, habría que poner en su lugar a los revoltosos de la CNTE. Era momento de sacar a relucir lo aprendido en las universidades extranjeras y de aplicarles las enseñanzas de Richard N. Adams.
Sin embargo no todo era malo, este nombramiento ofrecía la oportunidad de darse baños de pueblo en las escuelas de todo el país. Total, porque no pensar que podría ser el próximo candidato presidencial.
No obstante sus conocimientos en antropología política no han sido tan efectivos con los maestros disidentes, su mohín de dureza, más bien parece de hastió, las cosas no le han salido como él hubiera querido. Los maestros en todo el país mantienen una resistencia silenciosa contra la Reforma Educativa de la que él tiene mucho que ver.
Pareciera que Nuño Mayer no recibió clase de historia y antropología sindical, ha subestimado el papel que ha representado la CNTE, correosa y acostumbrada a luchar sus conquistas laborales en la calle. El poder analítico y teórico del amigo del Presidente no ha podido hasta este momento con la disidencia magisterial.
Su dureza y amenazas solo reflejan desesperación. Sus teorías analíticas y sociológicas han sido sustituidas por el “petate del muerto”, su aplicación de la justicia contra los que boicoteen la aplicación del examen en Guerrero es tomada por el magisterio guerrerense como un, “los voy a acusar con mi amigo el presidente”.
Su visión contrasta con la realidad, declara a la prensa que la mayoría de maestros de la Coordinadora se evaluó en Oaxaca, y destaca como jornada histórica la evaluación docente, cuando los mismos evaluados y maestros disidentes lo desmienten por los millones de testimonios fotográficos y de video que aparecen en las redes sociales.
Hoy, Aurelio Nuño Mayer no es un secretario duro, es un funcionario que quiere aparentar lo que no es, la resistencia de los maestros inconformes, la falta de recursos para el aterrizaje de la reforma educativa, la infraestructura escolar de mala calidad, deberían de decirle que no se requiere amenaza y dureza contra el magisterio, sino más bien un dialogo respetuoso e inclusión de maestros de las bases. Además, por su origen y amistades Aurelio Nuño Mayer, jamás podrá llegar a ser la copia de su amigo el Presidente. Es más su cercanía presidencial será su peor lastre.
es una copia fea del presidente
Existe una confusión tremenda entre calificar y evaluar, es muy obvio que un neófito como el delfín Nuño no lo sepa.- Calificar es: Juzgar el grado de suficiencia o la insuficiencia de los conocimientos demostrados por un alumno u opositor en un examen o ejercicio. Mientras que Evaluar es: La evaluación (educativa) es un proceso continuo que sirviéndose de la medición (calificación) , permite formular juicios de valor, al comparar la realidad educativa con los objetivos propuestos en el Sistema Educativo, para llegar a decisiones en beneficio del alumno y la educación en general. Esto es muy básico para los que alguna vez dimos clases, y lo aplica la pedagogía. A los maestros los están calificando, no evaluando…no hay una reforma educativa (Nació muerta), es un mecanismo administrativo y de centralización del magisterio.