Salvador Muñoz / Veracruz puede respirar tranquilo. La broma continúa siendo una broma, de mal gusto, pero al final, una broma… al menos en Acayucan ¡no hubo “destape”!
La semana pasada inició con una imagen de Erick Lagos Hernández circulando en las redes sociales con una leyenda: “Mi vida por Veracruz. Candidadato a Gobernador”.
Sí, con ese error: “Candidadato”.
Por supuesto, no es lo mismo: “Esa errata que esa rrata”.
El motivo de esta broma política inicia cuando Juan Carlos Molina Palacios anuncia la presencia del Gobernador en la entrega de semillas este sábado siete en Acayucan.
Este evento estaba programado para el 31 de octubre, pero quizás porque se les atravesó el puente de Día de Muertos, lo pospusieron para una semana después lo que fue aprovechado por unos “vivos” que intentaron medirle el agua a los camotes o simplemente apostaron a una broma, de mal gusto pero al final broma: “el destape” de Erick Lagos como (otro) candidato a la Mini-Gubernatura.
II
La jugada pudo haber sido hasta lógica. Nos referimos a “un destape” de un precandidato afín al Gobernador del Estado. Pero poner tan sólo en el imaginario a Erick Lagos en ese racero, a la altura de los Yunes, es desproporcionado.
¿Por qué poner a un precandidato afín al Gobernador? Muy simple. Políticamente, Javier Duarte de Ochoa necesita jugar sus barajas a menos de un año de su salida.
Todavía hace algunos años, quien se perfilaba como “candidato natural” para la sucesión, era mi tocayo Salvador Manzur, hasta que le cayó el “Oro Molido”… ¡y se perdió!
Tras ello, entonces se pretendió enfilar a Erick Lagos Hernández, pero por más que se le impulsó, fortaleció y aderezó con royal para esponjarlo, tanto como subsecretario de Gobierno, diputado local, dirigente del PRI, secretario de Gobierno y hoy diputado federal, lo único que se logró fue conocer sus limitaciones, tan así que perdería si se le pusiera en un debate con Samy, el cómico patiño de Eugenio Derbez.
Pero, no bien se citaba que Javier Duarte había palmeado el lomo del diputado federal agradeciendo su apoyo (?) que otorga desde el Congreso de la Unión, cuando se daba una noticia: El destape no fue en Acayucan… ¡fue en Coatzacoalcos!
III
Checo el portal de noticias “Al Calor Político” y aparece lo siguiente: “El presidente del CDE del PRI, Alberto Silva Ramos, en multitudinario evento en esta ciudad con el Alcalde Joaquín Caballero, el empresario Tony Macías, la senadora Ana Lilia Herrera y Víctor Rodríguez, dirigentes nacional y estatal respectivamente, del MT del PRI”, bajo este encabezado: “El ‘destape’ fue ¡en Coatzacoalcos!”
¿El destape de quién?
De inmediato se descarta a la senadora mexiquense Ana Lilia Herrera, y no tanto porque sea del Estado de México, ¡yo la dejo fuera por ser Herrera!
¿Víctor Rodríguez? Pues nomás lo conocen en Coatza… ¿Caballero Rosiñol? Bueno, al menos es más agradable que Erick Lagos… ¡ni modo que el suegro Tony Macías! ¿Alberto Silva, el destapado?
A muchos llamó la atención la presencia de Tony Macías, quien acompañó de manera personal a Alberto Silva Ramos en el evento del Movimiento Territorial.
Si bien es cierto, hace unos meses, Tony Macías “echara una flor” a Héctor Yunes bajo la oración “sería un excelente candidato a Gobernador”, su presencia en este acto arropando a Silva Ramos fue considerada al menos para el portal de noticias como un “destape”.
Realmente yo no veo “destapado” a Alberto Silva Ramos por una razón simple: Si nos atenemos a las reglas del PRI basadas en un presidencialismo, quien debe “destapar” al candidato a la gubernatura de Veracruz debería ser Enrique Peña Nieto. ¿Alberto Silva destapado? Quizás no tanto como “desatado”, como los dos senadores Yunes.
Como sea, Alberto Silva está colocado en el escenario político, sea por su tono beligerante (igual que el de Héctor), sea por sus resbalones “embarazosos”, y sea hasta por sus relaciones (como las tiene Pepe con Videgaray, Héctor con Manlio Fabio y el Cisne, con Aurelio Nuño)… desde mi punto de vista, no veo “destapado” pero sí otro “desatado”.
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