Reestructurar para crecer

David Colmenares
- en Opinión

Filiberto Vargas Rodríguez / En un artículo publicado en el portal “Eje Central”, David Colmenares -quien es profesor de Finanzas Estatales en la UNAM y ha sido titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda y presidente del Colegio Nacional de Economistas- revisó el anuncio del Gobierno de Veracruz sobre la reestructuración de su deuda.

Este especialista consideró pertinente advertir que “una desventaja de las reestructuras es que sólo se gana tiempo, los acreedores nunca pierden, simplemente al durar más el negocio, incrementan sus beneficios, aunque haya una curva temporal hacia abajo, que permite reducir en el corto plazo el pago de intereses”.

El Gobierno de Veracruz dio a conocer más detalles del plan para abatir la deuda bancaria.

En un documento que se hizo circular durante el fin de semana, el Gobierno de Veracruz informó que la deuda de Veracruz con las instituciones bancarias es de 25 mil 145 millones de pesos, lo que obliga a que se afecte el 51.5% de las participaciones federales.

La administración estatal señala como objetivo prioritario de la reestructura, el de conseguir mejores condiciones de mercado y la liberación de participaciones, al sustituirlas por otras fuentes de financiamiento. En resumen, pagar menos por el servicio de la deuda y obtener mayor flujo de activo financiero.

En su análisis, David Colmenares aporta datos muy ilustrativos de la situación crediticia de Veracruz.

En una actualización a junio del presente año, la deuda veracruzana es de 41 mil 662 millones de pesos, lo que significa cerca de 20 mil millones más de la que tenía en 2010, cuando inició el actual Gobierno.

Expuso el analista el dramático ascenso de los pasivos en la recta final del gobierno de Fidel Herrera. En 2009 la deuda era de 9 mil 261 millones de pesos y para noviembre de 2010 se habían añadido otros 12 mil millones de pesos a la cuenta.

Por esa razón la relación de la deuda respecto al PIBE (Producto Interno Bruto por Entidad) que en 2009 fue de 1.8, pasó a 3.1 por ciento en 2010 y hoy es de 4.5 por ciento.

Revisada la deuda con relación a las participaciones, en 2009 equivalía el total a 36.9 por ciento; para el 2010, la relación era de 82.8 por ciento y hoy es de 117 por ciento.

La posición de Veracruz respecto al monto de su deuda es el sexto lugar; en cuanto al porcentaje del PIB, es el séptimo; en relación con las participaciones, también ocupa el sexto sitio; respecto a los ingresos totales -incluyendo ingresos propios- es sexto lugar; en cuanto al nivel de la tasa de interés ocupa el cuarto y respecto al vencimiento el octavo lugar.

David Colmenares considera que reestructurar a un año de que termine la administración puede ser útil, “si se realiza con transparencia y se vigila el costo de la misma, en virtud de los antecedentes de otras reestructuras”.

El Gobierno de Veracruz da a conocer que en la actualidad tiene afectados 11 mil 847 millones de pesos de participaciones federales, y asegura que con la reestructuración se liberarían 6 mil 100 millones de pesos anuales.

Con esos recursos liberados se pagaría a proveedores y contratistas, se saldarían los pasivos con la Universidad Veracruzana y el Instituto de Pensiones del Estado, y se reactivarían las obras para los sectores más vulnerables.

No suena mal.

Todo es cuestión de que se sigan al pie de la letra los compromisos.

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