¡El Gober se va!

- en Opinión

Salvador Muñoz / El rumor se expandió como ese tipo con short que le dio diarrea y no alcanzó el baño: “el Gobernador se va”. Realmente no fue el único rumor del día… hubo otros dos que se los cuento de rapidito porque realmente, el rumor más calientito y que cómo me estuvieron chingando con él, fue el del gober:

1.- Sólo a alguien muy chistoso, porque como chiste ¡hasta yo me reí! se le ocurrió soltar el borrego de que a sugerencia de Manlio Fabio Beltrones, venía como delegado del PRI a Veracruz Fidel Herrera Beltrán, gracias a los logros obtenidos en Oaxaca… ¡me sigo riendo! A menos que… ¡él no tiene fuero!

2.- El senador Héctor Yunes Landa no estuvo en el Senado… bueno, al menos en la foto que subieron durante la comparecenca de Luis Videgaray no se vio, pero sí estuvo en la Cámara Alta ¡y chambeando! Estuvo recibiendo audiencias en el salón adjunto al de Sesiones. Allí estuvo Víctor Nahim Montero Canaan (de Córdoba); se hizo presente igual el ex alcalde de Sayula de Alemán, Lázaro Mendoza y José Luis López Pérez, mejor conocido en Úrsulo Galván como el Perol… ¡hay quien trabaja sin hacer ruido!

Bueno, pero vamos con que “el Gober se va”… primero, debemos partir de que el cargo es irrenunciable. A lo más que la Constitución local marca, en su artículo 44, tercer párrafo, es que “el cargo de Gobernador del Estado sólo es renunciable por causa grave, que calificará el Congreso del Estado”.

Así que, renunciar-renunciar, el Gobernador no puede (falta ver si quiere)… claro que de todos es sabido que nada es imposible en la política cuando el Sistema se lo propone, y nunca falta el clásico “por motivos de salud” que puede dar pie a que un Congreso local dé luz verde a un mandatario estatal para que, tranquilamente, se pinte de colores.

Pero, dado el motivo más socorrido para que un cargo de representación popular con carácter de irrenunciable sea renunciable, qué nos queda a los humildes mortales como nosotros, más que alimentar el rumor malsano y tratar de averiguar cuáles podrían ser las causas graves para que el Congreso del Estado aceptara la “renuncia” al Gobernador…

1.- Por azúcar… digo, es probable que le pudiera dar diabetes nomás del pinche susto de saber que uno de los helicópteros que se desplomó, es el que habitualmente usa para sus traslados.

2.- Por Es-Tress… No, no me refiero a Xóchitl Tress ni Alfredo Tress… digo, gobernar Veracruz no es un paseo en bicicleta… cualquiera se Es-Tressa…

3.- Por obesidad… pero no la que hace circunferencia en su abdomen… sino por la abultada nómina donde tiene a dis-funcionarios que sólo se han hecho ricos en menos de dos sexenios…

4.- Por derrame de bilis… nomás no le sale nada… no le creen la denuncia contra Chiquiyunes; ni el desafuero de Tronco… ni el incremento a la nómina al 3%… ni la bursatilización… ¡cómo no se le va a derramar la bilis!

5.- Por infarto… bueno, realmente no es infarto, es un colapso en las finanzas del Estado pero igual, ha de sentir que le va a dar un infarto cada fin de mes con plantones…

6.- Parálisis facial… De tanto coraje que pega, en una de ésas se le va chueca la boca… ¡o lo peor! con tanto ataque mediático imposible de debatir, ¿con qué cara va a salir a defenderse?

7.- Reflujo… y cómo no ha de sentir que se le suben los… los… los jugos gástricos con tanto fidelista re-flojo que hizo de su estancia en el Gabinete una mina de oro… hoy, la mayoría goza de fuero.

8.- Miopía y astigmatismo… sólo así se puede entender que no vea las condiciones en que le dejaron y puede dejar a Veracruz.

9.- Alopesia… es que si se quedara calvo pudiera tener la excusa de que no tenía ni un pelo de tonto.

10.- Traumatismo testicular… Quizás al menos aceptaríamos que le faltaron elementos suficientes para llevar a la cárcel al verdadero saqueador de Veracruz.

En fin… pero de esta serie de rumores que corrieron ayer por la tarde, pudiéramos aventurarnos a decir que sólo dos cosas son ciertas:

a.- No renuncia. El Gobernador Javier Duarte de Ochoa no va a renunciar a su cargo. Hacerlo implicaría aceptar no sólo una derrota, sino complicidad. Está en tiempo, quizás no para enderezar el rumbo de Veracruz, pero sí de redimirse. Insisto: debe de darnos una charola de plata, mínimo.

b.- No renuncia pero se va… sí, se va del Proceso Político-Electoral que se avecina aun con sus dos decenas de diputados federales que lo único que garantizan es que nadie les puede hacer nada porque gozan de fuero. Así que el Gobernador, la única tarea que va a tener en este año electoral que se avecina, es dar todas las facilidades a los que contiendan por su cargo y los que aspiren por una curul en el Palacio de Encanto. Mientras, que fluyan los rumores.

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