Salvador Muñoz / Al arribo a la secretaría de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín generó muchas expectativas.
Funcionario disciplinado y de carácter firme, me resulta extraño verlo en ruedas de prensa cuando es más ejecutivo, de talacha, de trabajo, y si se requiere, hasta de 24 horas.
En aras de ajustar y reducir el gasto corriente, Gómez Pelegrín presentó una estrategia financiera que busca intensificar la captación de recursos y de paso, reestructurar la deuda.
Para ello, entre muchos puntos, ha de iniciar un segundo programa de retiro voluntario y evitar crear plazas nuevas. También se dirá adiós a los bonos y prestaciones adicionales que reciben mandos medios y superiores. Además, habrá ahorro en papelería para dar paso al documento electrónico en varias modalidades; no habrá más pago de servicio celular para funcionarios.
Igual se tiene contemplado ahorro de energía eléctrica y de agua en diversas dependencias. No sé si se llegue al extremo de cerrar a las seis de la tarde las actividades como en su momento lo hizo Miguel Alemán Velasco.
Dentro de los puntos está que no habrá nuevos arrendamientos y se privilegiará el uso de espacios propiedad del Gobierno del Estado. No creo que se venga abajo la intención de Juan Octavio Pavón de concentrar en un solo inmueble todo el departamento de Comunicación Social pues se comprobó que se gasta más al estar desmembrados: una oficina en esta calle, otra oficina en un edificio, una más en la avenida y el resto en Palacio de Gobierno ¡lo que hace que Comunicación Social esté incomunicada!
Eliminar el impuesto por hospedaje y homologar el impuesto a la nómina en aras de captar mayores participaciones federales además de reestructurar la deuda, entre otras medidas, buscan el equilibrio en las finanzas veracruzanas.
Quien conoce a Gómez Pelegrín sabe que es un funcionario de resultados… sin embargo, hay que reconocer que el tiempo y las circunstancias en su arribo, no son del todo cómodas. Lo más o menos que haga el secretario de Finanzas, créame que será ganancia dadas las condiciones en que recibió el cargo.
II
A río revuelto, ¡ganancia de pescadores!
Cada quien tiene su posición respecto al cañazo.
Siendo sinceros, el más afectado por el asunto de la caña (de pescar), fue el especialista de la caña (de azúcar): Juan Carlos Molina Palacios, cuya entronización en la CNC pasó a segundo término por los dimes y diretes que se dieron entre el Gobernador Javier Duarte de Ochoa y el Senador Héctor Yunes Landa.
Pero para no hacerles el chilpachole gordo a ninguno de los dos, y aprovechando que nuestro Golfo es rico (no, no me refiero a nadie en especial, ¡malpensados!) dejo un catálogo de peces al lector, por si en una de ésas decide tomar la caña y lanzar el anzuelo o de plano, ya en aras de ir por peces gordos, surca los mares en el Pequod, al estilo del Capitán Ahab, ¡y vaya por la ballena Moby Dick!
TIBURÓN GATO: Juan Manuel del Castillo… se cree Tiburón pero no deja de ser minino… de angora, pero felino.
LA PIRAÑA: Erick Lagos… ¡devora todo a su paso!
DORY: ¿Se acuerdan del pez Cirujano Azul de “Buscando a Nemo” que tiene memoria a corto plazo? Pues ése sería Gabriel Deantes Ramos… ¡no se acuerda en dónde y cuánto se chingó!
RANULFO MÁRQUEZ: Aunque no lo crean, es una sardina… ¡enlatada!
VICENTE EL CHILE(RELLE)NO BENÍTEZ: Un pez globo… donde quiera que lo pongan, se infla él… ¡o infla sus bolsillos!
LOS FERRARI: No se sabe si son mojarras negras o bocones… aún en estudio…
PEZ ESPADA: Ése es Harry Grappa… se ganó a pulso la fama de que a todos los pasa por el sable…
MORENA: Quién si no Cuitláhuac García, quien de las penumbras ¡pescó hueso!
SERIAS DUDAS: El gobernador sería un Pez Payaso o una Orca… para los hectoristas, sería el primero… para los periodistas ¡la ballena asesina!
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