Francisco de Luna / Xalapa, Ver. La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, muestra a ese “México bárbaro”, a esa violencia que jamás se ha ido; al poder y terrorismo del gobierno. Gritaron durante la marcha en Xalapa para exigir la aparición con vida de los estudiantes, al cumplirse un año del secuestro masivo.
Se unieron diversos sectores del estado de Veracruz. Llegaron activistas, artistas, familias, profesores y estudiantes de la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”, cargaron pancartas, flores y veladoras.
La marcha duró casi tres horas. Inició en la avenida Xalapa, frente a la Normal, para avanzar hasta la calle Manuel Ávila Camacho y finalmente concentrarse en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada.
Era numeroso el contingente y todos portaban algún distintivo como fotografías de los estudiantes, el número 43, banderas de México y las consignas en contra de las versiones del Gobierno Federal.
Mientras avanzaban por las avenidas hicieron el pase de lista y al mismo tiempo les recordaban que esta lucha seguirá en apoyo a los padres de los jóvenes estudiantes quienes de manera simultánea protestaban en la ciudad de México.
El profesor integrante del Sindicato de la Normal Veracruzana, José Luis Martínez, durante su discurso en plaza Lerdo dijo que no debe haber un segundo aniversario exigiendo lo mismo. «Conformándonos con escuchar las mismas respuestas, gritando las mismas consignas. Llenando de flores las frías banquetas como lápidas».
Manifestamos nuestra solidaridad con los padres de familia, los familiares de los desaparecidos, los fallecidos, los ejecutados extrajudicialmente y con los estudiantes de la Escuela Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, dijeron los manifestantes.
Exigieron que se investigue al montaje del Gobierno Federal con el cual se pretendió engañar a los propios padres y a la sociedad sobre el paradero de los estudiantes de la Normal.
Al llegar a la plaza central de la ciudad de Xalapa, parte del contingente se dispersó y otros se retiraron por la lluvia que amenazaba con caer. Ahí entonaron canciones de protesta y recitaron poesías en honor a los 43 desaparecidos.
En esta plaza se colocaron sillas escolares y cada una tenía el rostro impreso de los jóvenes estudiantes. Le acompañaban veladoras, flores y hasta los nombres de los periodistas asesinados en el estado de Veracruz.
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