SSP, nula ante inseguridad

- en Opinión

Brenda Caballero / ¡Beeppp!¡ beepp! Es el sonido que me despierta todas las madrugadas. Es la patrulla de Seguridad Pública que en lugar de hacerme sentir segura me es desagradable.

¿Debería sentirme protegida? Contrario a sus tácticas policiacas, desde mi opinión y la de muchos de mis vecinos, el hecho de que patrullen no es garantía de seguridad, pues ése “beeepp” sólo sirve para avisar a los delincuentes que la policía anda cerca, para que de inmediato se escondan o para que una vez que pasen por la colonia con su ronda, tengan el tiempo de abrir los carros o asaltar a alguien. Incluso, he llegado a pensar que esa estrategia es para ahuyentar a los malosos y no enfrentarlos, pues algunas veces en la patrulla sólo va el chofer. ¿Cómo les va a hacer frente? ¿llamará a sus compañeros? Seguramente cuando estos hayan llegado los delincuentes se habrán ido, o peor aún, saldrán corriendo deshaciéndose de lo robado. Y cuando el policía lo agarre, lo tendrán que soltar porque dirán: “no lo agarramos infraganti o no tiene nada en su poder”.

Seguramente si esto lo lee algún policía tal vez piense que soy hasta ingrata, pues vela mi sueño y cuida de mi seguridad; sin embargo, con todo el respeto que me merecen los señores del orden, esa estrategia del pitido no creo que funcione.

A pesar de sus numerosos rondines, el pasado fin de semana, en la unidad habitacional Jardines de Xalapa, hubo asaltos a negocios, y no fue uno ¡no señor! sino ¡tres!… Dos tiendas tipo minisúper, un X24 y un Fasti, además de una pastelería Dauzón.

La vox populi indica que estuvo feo en la pastelería, pues bajaron la cortina y asaltaron muy tranquilamente sin que nadie interviniera.

Déjeme comentarle que no es la primera vez que asaltan la pastelería. Anteriormente ya lo han hecho al grado que han puesto cámaras de vigilancia; sin embargo, esto no ha amedrentado a los ladrones.

Ante la inseguridad en la zona, los empresarios han decidido hablar con las autoridades para que les garanticen la seguridad de sus trabajadores, pues nadie quiere emplearse en los minisúper debido a que son amenazados con armas blancas y pistolas.

Incluso, una buena fuente me comentaba que los asaltos a negocios y tiendas se han incrementado demasiado después del 15 de septiembre. “No manejamos mucho dinero, pero se llevan mercancía como cigarros, botanas, botellas de licor, entre otros productos que puedan revender después”.

¿Qué pasaría si los empresarios empezaran a cerrar negocios ante tanta inseguridad? ¿Dónde quedaría la economía de todas las familias que dependen de ellos? ¡Seguramente la inseguridad seguiría creciendo!

No sé usted, pero insisto que la táctica del Beeepp, Beeepp es sólo para que tengamos conocimiento que allí andan dizque devengando el salario, para que la población se “sienta segura”; sin embargo, están muy lejos de disminuir realmente los niveles de inseguridad y delincuencia que amenazan diariamente a Veracruz.

Pero si cree que ha leído lo peor, déjeme comentarle que no, aún hay más, pues nuestras autoridades de seguridad en muchos casos saben quiénes son los delincuentes, dónde viven, en qué periodos han pisado la cárcel y hasta quién los saca de la misma. En pocas palabras, conocen al santo y sus milagros pero se hacen como que la virgen les habla.

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