¡No, no, no! No hace falta definir la palabra subsidio para deslindarse del compromiso que el Gobierno del estado tiene con la Universidad Veracruzana. ¿Quién asesora a Javier Duarte? Quién fue el ingenioso artista financiero que le fue a decir al gobernador: «Pues ahora que lo pensamos bien no le debemos nada a la UV, porque no hay documentos firmados, porque no le compramos nada, porque nada nos obliga a darles dinero». ¡Córralo señor gobernador! Los compromisos se cumplen, los compromisos nos hacen deudores de la persona o de la institución a quienes le hemos dado nuestra palabra. No se trata de hacer un recuento de las cantidades que se le han dado a nuestra Máxima Casa de Estudios (así en mayúsculas), no se trata de exhibir a la UV como si fuera una mantenida. No nos salga ahora que no se le debe nada a la UV. Hay un compromiso con la Universidad Veracruzana por los grandes servicios que ésta brinda a los veracruzanos, al país. La Universidad Veracruzana no es la Bartola de la canción de Chava Flores a la que basta darle esos dos pesos para que pague la renta, el teléfono y la luz. Si el estado tiene un compromiso con la UV, y lo tiene, entonces el estado es deudor. Y es poco lo que el estado aporta, comparado con lo mucho que nuestra universidad brinda a la comunidad. ¿Quién le dijo que la UV es una mantenida? ¡Córralo inmediatamente!
La Universidad Veracruzana no es una mantenida
Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.
Comentarios