Filiberto Vargas Rodríguez / Ya había tenido noticias de un probable decaimiento en el estado de salud de quien fuera Gobernador de Veracruz entre 1998 y 2004, Miguel Alemán Velasco. Gente cercana al exmandatario sugiere que los males que lo aquejan son mentales y tienen que ver con su avanzada edad (cumplió 83 años el pasado mes de marzo).
Este fin de semana se pudo comprobar. Se hizo evidente al menos uno de sus síntomas: La pérdida de la memoria de mediano plazo.
Olvidó que a escasos 30 días de que dejara el cargo de Gobernador, le fue aprobada por el Congreso de Veracruz la solicitud para contratar deuda hasta por 3 mil 500 millones de pesos.
En su visita a Xalapa, para participar en un homenaje al comediante Mario Moreno “Cantinflas”, Miguel Alemán les afirmó a los reporteros que él “nunca quedó a deber”.
Ojalá esto sirva para devolverle la memoria al exgobernador.
Fue el dos de octubre del 2004, un sábado. En una sesión que se prolongó por más de cinco horas. La mayoría priista se impuso. 25 legisladores del PRI y del Partido Verde votaron a favor de autorizar la contratación del crédito. Trece diputados (del PAN y del PRD) votaron en contra. Hubo dos abstenciones, por parte de la perredista Leticia del Carmen García Perea y de la petista Claudia Serapio Francisco.
La solicitud la había presentado Miguel Alemán apenas cuatro días antes, con el argumento de que la Federación “le debía” a Veracruz 6 mil millones de pesos por concepto de transferencias al sector educativo. Según Alemán, una vez que la Federación cumpliera con su compromiso, Fidel Herrera, su sucesor, tendría recursos para liquidar la deuda y le quedarían remanentes.
La Federación nunca reconoció tal deuda y los 3 mil 500 millones de pesos fueron el inicio de una escalada descomunal de la deuda pública.
A finales del 2004 Veracruz se ubicaba como la entidad federativa que más había elevado su deuda, con un ¡cinco mil cien por ciento! En segundo lugar se ubicaba Tlaxcala con el 672 por ciento.
Antes, Alemán bursatilizó los ingresos de la caseta de peaje en el puente de La Antigua.
En diciembre del 2004, el secretario de Finanzas del Estado, Rafael Murillo Pérez, aclaró que además de la deuda contratada por Miguel Alemán con instituciones bancarias (3 mil 500 millones de pesos, a diez años, con intereses por casi 10 por ciento anual sobre saldos insolutos) se encontraron otros pasivos que sumaban mil 500 millones de pesos y que correspondían a sueldos, a aportaciones pendientes con el Instituto de Pensiones del Estado, y a pagos atrasados a proveedores, contratistas.
Tan solo en el presupuesto de egresos para el ejercicio 2005, el gobierno estatal programó una erogación de 445 millones de pesos para amortizar capital y cubrir los intereses generados por la deuda que contrató Miguel Alemán antes de irse.
El actual secretario de Gobierno de Veracruz, Flavino Ríos Alvarado, dio su propia explicación del pesado lastre que carga hoy la administración estatal:
“Veracruz está endeudado porque Miguel Alemán dejó una deuda de 3 mil 500 millones de pesos, luego Fidel Herrera lo endeudó con más de 35 mil millones de pesos y la cifra actual es de 44 mil millones. Como gobierno tendremos que fajarnos los cinturones, coordinados con ayuntamientos y gobierno federal se podrá pagar en tiempo y forma”.
La crisis financiera que hoy padece Veracruz es producto de la acumulación de gobiernos fallidos.
Nadie se salva. Nada se olvida.
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