Filiberto Vargas Rodríguez / El Presidente Enrique Peña Nieto anunció este jueves los ajustes a su gabinete para enfrentar la segunda mitad de su administración. Estos movimientos, sumados a la distribución de comisiones para la Legislatura federal número 63, provocarán cambios en los momios de quienes aspiran a contender por la gubernatura de Veracruz.
Y si el Jefe de la Nación hace las correcciones pertinentes en su equipo de trabajo, en Veracruz muy pronto también se darán ajustes importantes, para definir al staff con el que Javier Duarte transcurrirá los últimos meses de su gestión.
El panorama a corto plazo luce complicado.
Según la empresa calificadora Moody’s, los ingresos totales de las entidades podrían caer hasta en 5% el próximo año, pues se espera que el Gobierno federal recorte sus apoyos para proyectos de infraestructura.
Moody’s anticipa que el Presupuesto de Egresos para el próximo año -que deberá ser presentado a más tardar el 8 de septiembre- tendrá ajustes importantes a la baja, incluyendo los recursos que la Federación envía a los estados.
El Ramo 23, que destina recursos federales para la creación de infraestructura productiva en los estados, recibiría un golpe particularmente fuerte.
Es por ello que el Gobierno de Veracruz deberá ajustar su propia proyección para el próximo año, el último de la gestión de Javier Duarte. La tan cacareada disciplina financiera tendrá que ser real y aún más severa en los meses por venir, para evitar sobresaltos en el cierre de la administración.
Los movimientos en el Gobierno Federal también impactan a los políticos veracruzanos.
De todos es sabido que la incorporación de Jorge Uscanga Escobar en la Secretarían de Educación Pública (SEP) se dio gracias a su cercana relación con el mexiquense Emilio Chuayffet, quien deja el cargo al parecer afectado por problemas de salud. Se prevé, por lo tanto, que en los próximos días Jorge Uscanga deje su posición como Coordinador General de Atención Ciudadana.
Otro nativo de la región de Los Tuxtlas, Silvio Lagos Galindo, es actualmente Director de Rescate de Espacios Públicos en la SEDATU, y en los próximos días se habrá de definir si sigue en esa responsabilidad, o le entrega su renuncia a Rosario Robles, la nueva titular de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Otros veracruzanos ven con buenos ojos los ajustes anunciados desde la Presidencia de la República.
De todos es conocida la excelente relación que existe entre el senador José Yunes Zorrilla y José Antonio Meade, nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Social. En este mismo espacio se habló hace unos días de la cercanía que existe entre el hoy diputado federal por Tuxpan, Alberto Silva Ramos, y Aurelio Nuño, nombrado titular de la SEP.
El propio Gobernador Javier Duarte fortalece sus lazos con la administración federal, con la llegada de Renato Sales como Comisionado Nacional de Seguridad, y con el Gobernador con licencia de Querétaro, José Calzada, quien asume las riendas de la Sagarpa.
La calificadora Moody’s prevé que con los ajustes a la baja en las transferencias para proyectos de infraestructura, habrá una presión adicional sobre las finanzas estatales, lo que obligará a los gobiernos locales a postergar sus inversiones en infraestructura, reducir su liquidez o, en algunos casos, a aumentar su deuda, lo que podría ser la opción para Veracruz.
Es por eso que en el próximo Congreso federal tendrán especial importancia las comisiones relacionadas con la Infraestructura.
Si Veracruz logra colocar a sus mejores legisladores en esas áreas, habrá quién defienda los proyectos de la entidad.
Todo depende de los buenos oficios y el cabildeo de Javier Duarte en el momento de las definiciones.
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