Tomás R. Domínguez Sánchez / La ciudad capital del Estado se ha convertido en una de las más conflictivas de todo el territorio jarocho en cuanto al tráfico vehicular se refiere, el padrón de los automóviles registrados en la Sefiplan es enorme, esto se da porque las facilidades otorgadas por las agencias de venta han aumentado y ya no hay tanto problema para adquirir uno nuevo además cada vez son menos los requisitos que piden para tramitar un crédito automotriz, aun cuando el poder adquisitivo de los ciudadanos ha disminuido, aun cuando cada día hay más personas en situación de pobreza y pobreza extrema, las personas siguen comprando coches acrecentando diariamente el censo vehicular; la dificultad al transitar por las calles de la ciudad es demasiada porque están muy estrechas, y en general en muy mal estado, además la intensa carga de carros, motos y camiones que soportan las hacen casi imposibles de transitar y ni hablemos de las famosas “horas pico” porque esas son las peores.
Los esfuerzos de la autoridad municipal por dar un poco de orden a la circulación en la capital han sido en vano y es que por más que se cambien sentidos en las calles, por más que se implementen los pasos “uno por uno” y hasta que se pretenda hacer una ciudad peatonal que se encuentra secuestrada por coches, seguirán siendo infructuosos, la solución es reducir la cantidad de vehículos que circulan a diario con un programa “Hoy no Circula” este programa nos haría bastante bien, sin duda, pero eso es harina de otro costal que después analizaremos en este espacio.
Hablando precisamente de esta imposibilidad para circular libremente por las calles de la capital por el mismo trazo que tienen, hay que decir que siempre ha existido un problema muy grave ocasionado por nosotros los ciudadanos ¿cuál es? El de apartar espacios de estacionamiento en la vía pública para apartar un lugar en las calles, es común ver cubetas, rejas de madera, banquitos y hasta piedras apartando el espacio, y lo triste de todo esto es que lo hacen en pleno centro de la ciudad donde a cada rato pasan los policías viales sin detenerse a retirar dichos objetos porque debemos saber que esto siempre ha estado prohibido y el Reglamento de Tránsito y Seguridad Vial para el Estado de Veracruz, que acaba de entrar en vigor hace unos días, lo prohíbe en su artículo 237 que dice De conformidad con el Artículo 22 de la Ley, se prohíbe realizar en la vía pública los siguientes actos: V. Instalar boyas, topes, cadenas, plumas o cualquier objeto que afecte el tránsito, sin autorización de la Dirección General, así como colocar objetos para apartar áreas de estacionamiento, será infracción grave, se contempla una infracción grave que consiste en el pago de una multa que va desde los 35 hasta los 40 días de salario mínimo, algo así como 2,500.00 dos mil quinientos pesos aproximadamente.
Lo increíble de este tipo de infracciones al reglamento es que son completamente visibles para todos, es decir, cualquiera se percata de los objetos colocados en las calles de la ciudad, lo mismo los ponen en la zona centro que en las colonias más alejadas, por ejemplo, en cuadras muy cercanas a la sede de la Legislatura del Estado se pueden observar innumerables objetos, que se muestran en las fotografías, apartando lugares para estacionamiento sin que la autoridad correspondiente haga lo que tiene que hacer que es expedir las infracciones correspondientes con la imposición de multa, apoyándose, por supuesto, en el Reglamento; lo cierto es que la autoridad ha dejado muy claro que para no ser multados no hay que infringir la norma, pues habrá que decirle que echen un ojito a todas las calles porque sí que hay muchas en donde esta práctica es cotidiana y provoca molestia a los automovilistas porque de por si es un problema estacionarse, con estos objetos apartando lugares es imposible.
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