Que no sirva la muerte del periodista Ricardo Monlui para que, mercenarios que se hacen pasar por periodistas, salgan ahora a decir que los están amenazando y que ellos podrían ser las próximas víctimas. Existe un sujeto, cuyo nombre no merece la pena mencionar, que se está victimizando y exige ahora, por parte de las autoridades federales protección, porque las autoridades estatales, a partir del gobierno de Yunes Linares, le retiraron sus escoltas. Cabe mencionar que este sujeto no perdió oportunidad para agredir a las víctimas de secuestro o a los periodistas que en ese tiempo criticaban duramente a Javier Duarte.
Dicho sujeto se puso al servicio de Fidel Herrera y de Javier Duarte, e hizo de la abyección un negocio que le dejó jugosos dividendos. Gozó de las mieles del poder podrido y no tuvo empacho en presumirlo. Su grotesca subordinación lo alejó de los verdaderos periodistas que hasta la fecha lo repudian. De modo que cuando se pone a pedir que la gente se una por su causa sólo provoca nausea, reproches, repudio y más distanciamiento.
Él mismo reconoce que no hace periodismo, sino que lo suyo es el mitote: «Hay gente que le gusta mi estilo mitotero de decir la verdad, que a muchos incomoda, gracias por leerme tomare en cuenta tu comentario» (sic). Este sujeto, que se dice perseguido, espera respuesta del gobierno federal para que le brinden protección. Pero, ¿quién nos protege a nosotros de sujetos como éste? Un sujeto que criminalizó a muchas de las víctimas en los tiempos de Javier Duarte.
Tipos como ese mercenario enfermo causaron mucho daño al estado de Veracruz. Escudados en sus comentarios, los funcionarios de los sexenios pasados hicieron lo que les vino en gana. Por supuesto esas alabanzas no eran gratuitas, mucho dinero circuló para que esas infamias fueran difundidas.
SIN GENERALIZAR EL PERIODISMO UNA LABOR SACRA
ESTA LLENO DE LACRAS
HA SIDO INVADIDO POR MERCADERES DE LA PLUMA
TEXTOSERVIDORES Y CAGATINTAS
DE LOS DUEÑOS DE LOS MEDIOS ….LUEGO HABLAMOS
el gremio ha sido infiltrado por la delincuencia organizada
En un 80/20 % desgraciadamente
Los buenos periodistas orgullo del oficio deben denunciar a los malos que manchan a los demás
Sergio Torres Marin