El Gurú: de perros y sus lindezas (2)
—Ayer me fue imposible llegar, mi pequeño Salta. —me dijo el maestro apenas se acercó a la mesa del café,
—Ayer me fue imposible llegar, mi pequeño Salta. —me dijo el maestro apenas se acercó a la mesa del café,
Sergio González Levet/ —Hola Albert, qué gusto saludarte. El individuo se acercó al Gurú, adelantado por un perro de enormes proporciones y
Sergio González Levet / La verdad es que la rabia se enseñoreó de mí… y me dejé llevar. Un taxista se
Sergio González Levet / —Maestro, ayer hice la tarea —le comento como saludo matinal, cuando me abre la puerta de
Sergio González Levet / El departamento donde vive el Gurú es amplio, y más se lo ve por la economía en
Sergio González Levet / Y en efecto en nuestro siguiente encuentro el Gurú y yo seguimos hablando sobre el dinero, o
Sergio González Levet / Contra todas las buenas costumbres, contra las directrices del género, contra lo habitual en nuestra relación,
Sergio González Levet / El maestro y yo fuimos al cine, que es mi pasión, aunque a él no le gusta,
Sergio González Levet / Llegué temprano al restaurante en donde me había invitado a comer, y sin embargo el Gurú
Sergio González Levet / Yo llegué descansado, contento, apaciguado… radiante. Dos semanas de vacaciones habían cumplido en mí el milagro de