Y ahora resulta que el Dalai Lama estaba bromeando cuando pidió a un niño que le chupara la lengua. ¡A qué bromista el señor!
Por los comentarios generados, por la indignación causada ante un acto por demás indecente, pedirle a un niño un beso
Por los comentarios generados, por la indignación causada ante un acto por demás indecente, pedirle a un niño un beso