Ricardo Monreal, de aguerrido y conciliador, a gran desilusionador
El profeta Jeremías sentencia: «Maldito quien confía en el hombre, y es que Dios es el único que siempre permanece
El profeta Jeremías sentencia: «Maldito quien confía en el hombre, y es que Dios es el único que siempre permanece