De acuerdo con un reportaje de Seth Harp que aparece en la revista Rolling Stone, publicado en septiembre de 2018, en grandes zonas del país, sobre todo del centro y sureste, el huachicoleo ha sustituido al tráfico de drogas y la extorsión. Una de las ventajas del huachicol, señala el reportaje, es que el combustible robado no se tiene que transportar a los Estados Unidos, se puede vender en cualquier parte del país pues cualquiera necesita gasolina. Pero algo que llama la atención es que el huachicoleo parece ser sólo una cortina de humo para encubrir los negocios millonarios que los ejecutivos de Pemex llevaban a cabo.
¿Sabía usted que Pemex ha reportado en los últimos cinco años pérdidas multimillonarias? Ante esa circunstancia se han tenido que aportar a la paraestatal 110 mil millones de pesos anuales de las reservas del país. Pero esas pérdidas son ficticias y se excusa, sobre todo, al robo de combustible.
Los ejecutivos de Pemex reportan más robo de combustible del que en realidad se da y en los medios de comunicación se hace una campaña amplia para dar a conocer el problema del robo de combustible para así excusar las pérdidas de la paraestatal y justificar la inyección de capitales a ésta. Al mismo tiempo desde la misma empresa salen las pipas cargadas de combustible, combustible que es el mismo que reportaron como robado. ¡Negocio redondo!
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