Hace dos años, una pipa de agua a exceso de velocidad golpeó y dejó atrapados a Candelaria Hoyos, a su hija Angela, su yerno Pedro y su nieta Daniela. No pudieron salir de su auto, que de inmediato empezó a incendiarse. Todos murieron y desde ese día se busca justicia. Este lunes 3 de diciembre, Salvador Bello Hoyos, hijo de Candelaria Hoyos, en conferencia de prensa dio los pormenores de cómo van las cosas. En pocas palabras dijo que la cosas siguen igual. Osiris López Rodríguez, el chofer homicida ya está libre, las autoridades de la Fiscalía ya se desentendieron del caso; la jueza dice que ellos ya no tienen que ver en el caso y la aseguradora Qualitas pretende medrar, sin responder como se debe a las víctimas.
El desdén con que se ha tratado a los familiares dolientes ha sido vergonzoso, por más que se ha solicitado justicia, las autoridades no han hecho gran cosa; siete fiscales han pasado por el caso y no lo han podido resolver. Salvador Bello Hoyos, hijos de la finada, sospecha que la Fiscalía desde el primer momento estuvo en contubernio con todos los detenidos de Javier Duarte, ya que los casos fueron mal integrados.
Salvador Bello dice que los peritos han concluido que el chofer actuó con negligencia, que conducía de forma temeraria, que en el mismo año participó en dos accidentes, que en uno de los casos hasta resultó culpable y sin embargo goza de libertad; «es para que el juicio ya hubiese concluido». Para Salvador Bello Jorge Winckler será recordado como el peor titular de la FGE quien sólo llegó para montar el teatro a favor de Yunes Linares.
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