De las tres participaciones en debates para Ricardo Anaya, esta fue la peor. Era su última oportunidad para buscar a los indecisos o para hacer cambiar el voto de los que apoyan a Meade o a López Obrador, pero la dejó ir. Se comprende que Ricardo Anaya, con las presiones que ha tenido, demandas y guerra sucia en su contra, llegó demasiado estresado. En algún momento se salió de sus casillas. En una réplica de Andrés Manuel Anaya no hizo caso a los moderadores y atacó verbalmente, saliéndose del formato a su contrincante de Morena.
Además, pedirle a López Obrador que renunciara a su candidatura en caso de que se demostrara que mentía, resultó ser un acto desesperado; tal parece que la única manera que tiene Anaya de llegar a la Presidencia, sería logrando que López Obrador renunciara a su candidatura. Anaya, iracundo repitió varias veces que él sí iba a meter a la cárcel a Peña Nieto y de paso a Meade.
López Obrador aprovechó para decirle que lo suyo no era la venganza. Llama la atención que unos minutos antes de empezar el debate se soltó un nuevo video en contra de Ricardo Anaya donde se refrenda su participación con Manuel Barreiro en el tema del lavado de dinero. Es de comprenderse el humor de perros con el que llegó Anaya al debate.
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