De verdad que no se no acaba de comprender el comportamiento del PRI; por un lado lanza el mensaje de ir contra la corrupción y por el otro, sus diputados federales, con su voto mayoritario, impide que las investigaciones de Odebrecht continúen. El PRI, seguramente con línea de Los Pinos, ha bloqueado este martes en el Congreso Federal la investigación que involucra al poderoso amigo del presidente, Emilio Lozoya.
La mayoría tricolor, con el apoyo del verde y el partido turquesa, lograron frenar la propuesta de la oposición para que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) avanzara en sus investigaciones sobre las irregularidades ya detectadas en unos contratos entre Pemex y una filial de Odebrecht por unos 2 mil 500 millones de pesos (135 millones de dólares).
Ese doble discurso en nada favorece al candidato tricolor. Si en verdad el PRI quiere ganar credibilidad, debería ir al fondo en este caso y dejar de proteger al primo del presidente, Emilio Lozoya. Además, las acusaciones contra Rosario Robles por haber desviado recursos de Sedatu y Sedesol son sólidas y, sin embargo, no se ve voluntad para fincarle responsabilidades. Los priistas por un lado pegan y por el otro ocultan la mano.
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