Una de las fantasías ocultas de muchos hombres es tener un encuentro íntimo y salvaje con una estrella porno. Pues tal parece que el presidente de la nación más poderosa del planeta, hizo realidad la suya. Resulta que la actriz porno Stormy Daniels, quien en realidad se llama Stephanie Clifford, ha puesto a temblar a la Casa Blanca y a su inquilino principal, ya que, mediante sus abogados, demandó este martes al presidente Donald Trump en un tribunal de Los Ángeles. Con esta demanda, la actriz busca tratar de invalidar una cláusula de confidencialidad que firmó con el magnate, según documentos judiciales.
La querella, con evidentes tintes políticos y monetarios, señala que ella y Trump mantuvieron una relación íntima, iniciada en Lake Tahoe, California entre el verano de 2006 y buena parte de 2007. Lo cual señala que Trump, le puso el cuerno a Melania, puesto que el magnate se casó con Melania Knauss en 2005; su hijo Barron nació en marzo de 2006, precisamente cuando el presidente andaba de cola pronta con la actriz porno.
The Wall Street Journal destapó el escándalo en enero y semanas después el abogado de Trump, Michael Cohen, reconoció haber pagado a la actriz para que guardara silencio. Cohen reconoció haber efectuado el pago, aunque dijo que el dinero salió de su propio bolsillo y no explicó el por qué. La Comisión Electoral Federal de EU abrió una investigación por ese pago tras una denuncia por presunta malversación de fondos de campaña. Y todo por andar de cusco, a ver si este escándalo no le cuesta la presidencia.
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