Es muy fácil hablar y escribir de las tropelías de muchos funcionarios públicos cuando éstos ya no están en el poder. Es como aquel torero que hace sus faenas cuando el toro ya pasó, cuando no corre ningún riesgo de ser atrapado por los pitones de la bestia. En LBP denunciamos en tiempo y forma las raterías que hizo Fidel Herrera Beltrán cuando fue gobernador, cuando todos aplaudían la dichosa bursatilización, el periodista Armando Ortiz y director general de este proyecto, lo denunciaba a los cuatro vientos.
Cuando se sospechaba apenas que Adolfo Mota y familiares se habían adueñado de la SEV, y que en contubernio con Juan Nicolás Callejas trasquilaban las plazas y recursos destinados para proyectos educativos, sólo la prensa critica informaba y daba cuenta de ello.
Poco a poco fueron saliendo las cabezas de la corrupción, Édgar Spinoso, Vicente Benítez, Xóchitl Adela Osorio Martínez, Flavino Ríos Alvarado, y su exvocera Irma Chesty Viveros, todo ellos tuvieron que ver con el quebranto de la Secretaría de Educación; unos por meter mano en el cajón y otros por no denunciarlo. Por fuentes confiables se sabe que muy pronto algunos personajes tendrán que visitar involuntariamente el Penal de Pacho. Pero es que, de verdad, esta gente no tuvo llenadera.
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