Esto va para todos los funcionarios que se pasan por el arco del triunfo las resoluciones de los tribunales federales referentes a amparos y laudos. Resulta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la destitución de Israel Moreno Rivera por incumplimiento de una sentencia de amparo.
Pero ahí no quedó todo, resulta que los ministros también votaron para que este sujeto, que pensó que era poca cosa no acatar una orden de amparo y restituir a una educadora sus derechos laborales, será consignado ante un juez de Distrito de Procesos Penales Federales por el delito de desacato. El precedente es importante, porque muchas veces los funcionarios no cumplen con los ordenamientos que los Tribunales Federales les mandan.
En ocasiones retrasan ese cumplimiento haciéndosela cansada al interfecto para que en un momento determinado desista y deje de “molestar”. En otros casos los laudos les llegan y lo que algunos funcionarios corruptos hacen es jinetear el dinero o declarase insolventes, lo que también es delito, y si no que le pregunten a Álvaro Cándido Capetillo, exdirector del IVEA.
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