Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. Plaza Lerdo, también conocida como Plaza Regina Martínez, lucía casi vacía para la ceremonia del Grito de Independencia.
Pasaban de las nueve de la noche. Sujetos con guayaberas blancas, quienes parecían de Gobierno del Estado, regalaban banderas de aproximadamente un metro de ancho por metro y medio de largo.
Para adquirir una, la gente se amontonaba y empujaba entre las vallas que resguardaban al templete donde se encontraban representantes de diferentes medios de comunicación, sobre todo reporteros gráficos.
En la escalinata de la Catedral Metropolitana de Xalapa también se observaban diversos espacios, pese a que las personas accedieron a transporte público gratuito para acudir a la ceremonia.
Algunos camiones del servicio urbano sólo transportaban a entre diez y 15 personas, ante la anuencia de la gente para acudir al festejo.
Las unidades, estacionadas en la avenida Manuel Ávila Camacho, afuera de dos periódicos, recibían el sereno de la relajada noche del 15 de septiembre.
Poca gente, de pie en las calles Juan de la Luz Enríquez, Doctor Rafael Lucio y Revolución, observaba el escenario montado para el espectáculo artístico.
Habían perdido hasta 20 minutos en los filtros instalados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a cargo de Jaime Téllez Marie, para el cerco de seguridad en el primer cuadro de la ciudad.
Los policías decomisaban artículos punzocortantes, botellas alcohólicas y cualquier cosa que representara un riesgo para los espectadores.
Después de las diez de la noche, más gente se dio cita en la plaza pública. Ondeaban sus banderas, mientras se escuchan los tambores para dar inicio al acto protocolario.
La escolta integrada por soldados del batallón de la 26/a zona militar entregaron la bandera al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien salió al palco de Palacio de Gobierno.
«¡Vivan los héroes de nuestra independiza!, ¡viva Hidalgo!, ¡viva Morelos!, ¡viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡viva Allende!, ¡viva Aldama!, ¡viva Galeana!, ¡viva Matamoros!, ¡viva Guerrero!, ¡viva la independencia nacional!, ¡viva Veracruz!, ¡viva México!», expresaba con fervor, mientras ondeaba la bandera de un lado a otro.
La gente acompañaba cada grito del Mandatario estatal con el tradicional «¡viva!».
De pronto, las campanas del palacio sonaban en gran parte del Centro Histórico de Xalapa.
Yunes Linares marcaba el término del acto protocolario al lado del presidente del Poder Judicial del Estado, Edel Álvarez Peña; de la presidenta de la Mesa Directiva el Congreso local, María Elisa Manterola Sainz; y sus hijos Fernando y Omar Yunes Márquez.
Posteriormente, Willie Colón, cantante, compositor, músico de salsa y activista político estadounidense, ambientó el momento con algunas de sus canciones más populares.
Personal de Protección Civil, del Cuerpo de Bomberos de Xalapa, Tránsito del Estado, SSP, Policía Federal y otras dependencias participaron en un operativo para garantizar la seguridad de los espectadores.
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