Alguien debería aconsejar a la diputada Rocío Nahle que el tema de los pagos a algunos medios de comunicación es más delicado de lo que cree. Ella dice que solicitará se etiquete una partida en el presupuesto para Veracruz del 2018 para que se pague a los periódicos o medios de comunicación a quienes el gobierno de Javier Duarte quedó a deber. Si la diputada Nahle anda promoviendo eso, seguro ignora que muchos de esos medios de comunicación impresos o digitales no podrían justificar el pago que reclaman.
Otros medios que reclaman pagos son empresas fantasmas, otros son empresas que pertenecieron a la misma gente del gobierno, otros practicaron un periodismo abyecto y otros inflaron sus presupuestos pues parte de ese dinero terminaba en las manos de Gina Domínguez o de Alberto Silva.
De modo que lo que Rocío Nahle promueve es que se consuma un acto vil, que se fomente la abyección de un periodismo que sólo sirvió a los intereses de Javier Duarte, y a los suyos propios. Nada más falta que esa iniciativa se la haya susurrado a los oídos el director del Centinela.
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