El argumento del gobernador de Veracruz para vetar las reformas a la ley que permiten las peleas de gallo y las vaquilladas es por no fomentar la violencia en nuestra sociedad; es un argumento válido: «Si la violencia se expresa cotidianamente en las diversiones, en las tradiciones, esa violencia, de alguna manera permea también en la conciencia social y se vuelve una práctica razonable».
Asimismo, el gobernador sustenta sus argumentos en el amor que deberíamos sentir por los animales, nuestros compañeros en este tránsito por la tierra. Es por ello que regresa la ley para que el «Congreso del Estado vuelva a analizar lo que aprobó y si después de escuchar a la sociedad el Congreso reitera, con las dos terceras partes de los Diputados presentes, que es de aprobarse esta reforma, entonces estaré obligado a publicarla».
Es decir, la posibilidad de que se aprueben las peleas de gallos y las vaquilladas sigue latente, sin embargo, el Congreso tiene que escuchar más detenidamente los pros y los contras de esta medida.
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