Lo que más gordo cae de Humberto Moreira es que a pesar de las evidencias, números de cuentas de su cónyuge y de su hermana, a la que se han depositado millones de dólares desde bancos en Estados Unidos a cuentas en Mónaco y en Islas Caimán, el señor insiste en su inocencia. A pesar de que directamente personas del narcotráfico lo han acusado de recibir dinero él y sus supuestos cómplices, Moreira insiste en su inocencia.
A pesar de haber sido detenido en España por una investigación en los Estado Unidos, a pesar de que el mismo gobierno de Peña Nieto cabildeó para liberarlo, Moreira sigue diciendo que es inocente. En fin, el señor está en su derecho. Aparte él no tiene que demostrar que es inocente.
Sin embargo, es el gobierno de Peña Nieto, el mismo que cabildeó en España para liberarlo, el que debería llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre esos señalamientos, esos depósitos millonarios en Mónaco y en Islas Caimán para ver qué tan ciertos son. Pero la PGR no lo hace. ¿Por qué? Ah, claro, Moreira era presidente del PRI en la elección donde Peña Nieto obtuviera la presidencia. ¿Qué tantas cosas sabrá?
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