Jesús J. Castañeda Nevárez / Tenía aspiraciones de llegar a ser un gran actor y en su recorrido tocando puertas, una se abrió con el ofrecimiento de un sencillo papel en una obra de teatro; “recórcholis, un cadáver” era todo lo que tenía que decir y por ello le dijeron que no era necesario acudir a los ensayos. Pero aun así el novato actor dedicó unos breves minutos diarios para gesticular frente al espejo y repasar el guion “recórcholis, un cadáver”.
El día del estreno se paseaba nervioso tras bastidores, repasando y repasando su diálogo “recórcholis, un cadáver”, hasta que recibió el llamado a salir a escena.
Un cuerpo ensangrentado yacía en el piso y el desconcertado e inexperto actor con la cara llena de pánico exclamó desde lo profundo de su ser: “hay wey un pinche muerto”. (fin del primer acto)
Es normal que todos los mexicanos aspiremos a subir los escalones del éxito y llegar a la cima; es normal que la experiencia se vaya construyendo con la preparación y el conocimiento, sea éste adquirido dentro de las aulas de las instituciones educativas o de forma individual a través del estudio y la lectura.
Pero cuando sólo se aspira porque se cuenta con el cobijo del poder económico o político y las “recomendaciones” le van allanando el camino, entonces se corren grandes riesgos que pondrán en evidencia lo que realmente somos. No importa si en el papel dice licenciado o doctor, da lo mismo.
Los dueños de la obra pudieran estar confiando un buen desempeño del cuasi novato y de forma discreta lo arropan con un equipo de asesores que le diga que hacer y qué decir, pero obviamente en condiciones controladas, pero cuando se les sale de control, surge espontánea la estupidez genuina y la rechifla del popular inunda la sala.
Por qué no se dio un tiempo para “ler” aunque fuera las marquesinas o las cajas de cereal. Y si acaso hizo un espacio para “ler” seguramente fue el tvnovelas. El problema es que la obra de teatro se está cayendo y el pueblo está entrando en pánico, amenazando en correr en desbandada sin importar los daños que esto último pudiera ocasionar.
Que lamentable desatino el haber invitado al enemigo público No. 1 a sugerencia de su oreja derecha, cuando ese enemigo estaba políticamente casi desahuciado y como los vampiros de las series del Santo el enmascarado de plata, con la sangre que nos chupó se revivió y ahora empoderado levanta la bota sobre nuestra cabeza apuntando para la destrucción. “recórcholis, que pen….”.
Nada le ha salido bien, excepto del “ligue” con una actriz con muchas más tablas y además un crédito del infonavit para la adquisición de una modesta casa blanca.
Los firmantes del “Pacto” y sus aliados legislativos hoy se declaran “sorprendidos” por los resultados negativos de sus “reformas” que en lo único certero es que están llevando al país a “un nuevo rumbo” que ahora sabemos se llama precipicio.
Arranca el 5º acto de la obra y el cadáver sigue en el piso ante la mirada todavía atónita del marchito actor, mientras que el descrédito y desaprobación popular sigue en aumento, su partido promotor contrató los servicios (en la nueva versión) de un veterano actor que dice “Uuun momento, nomáaaas”, y por más que intenta justificar todos los desatinos, no logra contener la caída libre.
Ni en las devaluaciones, el error de diciembre o la crisis financiera global se había sentido tal incertidumbre. Porque tampoco se había notado al pueblo realmente encanijado. Se respira un ambiente pesado por la carga de miedo y desesperanza que hace atreverse a todo a quienes antes jamás lo pensarían.
Los incrementos a energéticos e hidrocarburos, sólo demuestran una perfecta estrategia diseñada por alguien que odia al pueblo, porque le está robando el patrimonio, sueños, ilusiones, esperanzas, los empleos que permiten la alimentación diaria de las familias y hasta la taquilla del teatro junto con el puesto de palomitas.
Vandalizar es el primer impulso de muchos que por no “ler” se dejan llevar por liderazgos nefastos; otros de mente mejor entrenada buscarán otras opciones de manifestación y reclamo, mientras que el grupo del poder se mantiene ocupado en hacer el corte de caja para saber sus ganancias y si lo interrumpen seguramente enviará toda la carga represora para acallar el llanto de los miserables. Porka miseria.
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