Armando Ortiz / Mientras el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se encuentra lidiando con una crisis inédita dejada por la banda de delincuentes del gobierno anterior; mientras dialoga con el gobierno federal para que auxilien de manera emergente a un estado que quedó devastado por el paso del huracán que significaron los sexenios de Fidel Herrera y Javier Duarte; mientras su gabinete cercano se ajusta el cinturón y pone hasta de sus propios recursos para mover la oficina que les corresponde; mientras el gobernador pide comprensión a los veracruzanos; mientras muchos buscamos una polea para sacar al buey de la barranca, parece ser que otros idiotas la siguen cagando.
A oídos de este periodista han llegado las voces de varias personas quejándose de muchos abusos de funcionarios, sobretodo de medio pelo, directores, subdirectores, administrativos que están abusando de un poder que en ocasiones ni siquiera ostentan. Al parecer los titulares de cada dependencia ya lo entendieron, pero sus subalternos se sienten con derecho a tratar a los empleados como si ellos fueran responsables del desastre financiero que vive Veracruz.
A esos imbéciles, prepotentes de pacotilla, habría que decirles que la gran mayoría de los empleados en las diversas oficinas del gobierno del estado no fueron cómplices de Javier Duarte, por lo tanto no los traten como si lo fueran. Antes bien, con mucha inteligencia lo que deberían de hacer es revisar minuciosamente el trabajo que cada empleado realiza o ha realizado en las dependencias y valorar ese trabajo. Muchas dependencias no se vinieron abajo gracias a la labor de muchos maestros, doctores, ingenieros, arquitectos, personal de limpieza, administrativos y hasta de mantenimiento. De modo que no es justo que llegue un sujeto prepotente, grosero, de otro estado, a querer poner orden en la casa como si ese desorden fuera responsabilidad de los empleados de la casa cuando todos sabemos que el desorden lo dejaron los dueños.
Es cierto, hay grupitos que participaron, hay empleados y funcionarios que fueron señalados en su momento de participar en la rapiña que se llevó a cabo en Veracruz. Pero para eso deben actuar con inteligencia y no dejarse llevar por los informantes “bienintencionados” que luego resulta son los mismos que participaron de la rapiña.
Para asumir un cargo de responsabilidad dentro del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares se requiere de inteligencia, y muchos de los que llegan no la tienen; se requiere de sensibilidad y muchos de los que están tomado cargos medios no la tienen; se requiere de entender bien el contexto de lo ocurrido en Veracruz y muchos que llegan de Puebla no lo entienden. Lo menos que pueden hacer esos sujetos que ni tienen inteligencia ni sensibilidad ni están enterados de lo ocurrido en Veracruz es ser cordiales y evitar cualquier acto de prepotencia.
El mismo gobernador Yunes Linares se lo dijo a este periodista, “estamos buscando a los mejores hombres para sacar adelante a Veracruz”. Por favor señores, no vayan a cometer imprudencias que contradigan al gobernador.
Pero el caso es que ya empezaron los despidos injustificados, ejecutados por sujetos que no tienen ni la jerarquía para despedir empleados. El caso es que ya se piensa demandar al estado por esos despidos y el estado de saber que eso significa un juicio que de ganar el trabajador significará un laudo a pagar.
Eso es lo que están consiguiendo en estos primeros días algunos mandos medios, meter en más problemas al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares; ¿a eso vinieron desde Puebla? Mejor regrésense.
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