Una notaría pública es una forma de pagar un favor de parte de un gobernador. Es por ello que muchos funcionarios públicos cuando terminan su trabajo como diputados, senadores o secretarios de alguna dependencia se quedan con una notaría pública que es como una especie de jubilación. Sin embargo, Fidel Herrera, el que todo lo prostituye, aumentó de manera considerable el número de notarías.
Ya entre los notarios se hacían la broma de que, así como los taxistas, que también aumentaron considerablemente, tenían el programa de “Hoy no circula”, así también las notarías para tener un poco de trabajo, deberían hacer su programa “Hoy no circula”.
La noticia de que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares pretende cerrar las notarías donde no sean necesarias debe haber caído a los notarios de carrera como un bálsamo. Por cierto, ya que están en eso, no le podrían dar una revisada a la manera como consiguió María Belén Fernández del Puerto su notaría. De último momento, y a pesar de reprobar los exámenes para la obtención, la exdiputada la obtuvo.
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