Una de las primeras ediciones de la UPAV fue El Gran solitario de Palacio, que inaugura la Colección Premios Nacionales. Tocó al escritor y periodista Armando Ortiz coordinar esa colección y editar el libro de René Avilés Fabila. Sobre el tema comenta Armando Ortiz en su cuenta de Facebook:
«Después de que se le otorgara el grado Doctor Honoris Causa por parte de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz a René Avilés Fabila se llevó a cabo una comida en la exhacienda Lucas Martín. Ahí, reunidos con la poeta Silvia Tomasa Rivera, el escritor colombiano Marco Tulio Aguilera y un servidor, René comentaba los pormenores de la ceremonia que iniciara con 40 minutos de retraso gracias a Érick Lagos, entonces secretario de Gobierno, quien sólo fue a exhibir su “pleonástica ignorancia”.
»René Avilés Fabila fue merecedor de muchas distinciones en los últimos años. Aparte del Honoris Causa que recibiera de la UPAV fue merecedor de la medalla Bellas Artes así como de muchos homenajes en ferias del libro y en la Universidad Autónoma Metropolitana donde fue catedrático por muchos años. En lo que a mí respecta fui editor en la UPAV de su libro El gran solitario de Palacio, una novela que relata a manera de ficción, pero con muchos guiños de realidad sobre lo que sucedió en la masacre de 1968.
»En esa novela Avilés Fabila se centra en el personaje del poder y los últimos días de su mandato. Sobre esta figura de poder Lorenzo Meyer señala: “El solitario de Palacio de Avilés imponía su voluntad mediante un poder brutal, corrupto y sin límites. Era ese poder el que aislaba al personaje central”. Hoy me entero de la muerte de René Avilés Fabila, un hombre que a sus más de 70 años conservaba una gran vitalidad y un gran entusiasmo por la literatura.
»Hasta los últimos días de su vida siguió promoviendo a los nuevos escritores, fomentando la lectura y la amistad, escribiendo su columna semanal en varios periódicos de México. Muere René Avilés Fabila pero no su obra, esa permanece y en esa permanencia mantiene también con vida a nuestro querido amigo».
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