La tarde del domingo surgieron las primeras noticias sobre la caída del helicóptero en el que viajaba el presidente de Irán, Ebrahim Raisi. El presidente de esa nación árabe se dirigía a la ciudad de Tabriz, en el noroeste de Irán. Acababa de presidir la ceremonia de inauguración de una presa en la frontera con Azerbaiyán cuando el helicóptero en el que se desplazaba se estrelló. En el accidente murió el presidente de Irán, así como otras ocho personas.
Uno de los tripulantes sobrevivió a la caída y fue él quien intentó pedir ayuda. ¿Qué sigue? Pues se tendrá que llamar a elecciones nuevamente, sin embargo, eso poco importa, pues el poder real dentro de esa nación teocrática lo ostenta el líder espiritual, el ayatolá Ali Jamenei.
De hecho, Ali Jamenei ya nombró al sustituto temporal de Ebrahim Raisi; nombró al vicepresidente Mohammad Mokhber para dirigir los asuntos del país. Hasta el momento se descarta que todo haya sido un atentado. Las investigaciones sobre el accidente continúan.
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