El poeta Julio Sexto escribió: «Como me dan pena las abandonadas, que amaron también creyendo ser amadas». En este fragmento del poema “Las abandonadas”, el escritor narra el cruel destino de aquellas féminas que confiaron en alguien que les prometió amor eterno, pero que finalmente quedan en el olvido. Algo similar les ha pasado, a todos los hijos putativos del gobernador Cuitláhuac García. Este le prometió a su manada de aduladores, una posición en el congreso, desde luego, no para servir y velar por los intereses de los veracruzanos, sino para conseguir el anhelado fuero, que les permita inmunidad para lograr evadir la cárcel.
Como abandonadas, quedaron Eleazar Guerrero, que lo dejaron en la cola de la lista, el Carón que pretendía repetir, el chichifero Esteban Ramírez, quien ya hasta le había prometido hueso a su “amiguis”, al líder morenista lo dejaron de suplente. También el abandono se queda, Fernando Eduardo Vázquez Ferman, Jorge Sisniega Fernández, otro que se queda con las ganas, es el subsecretario de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, Fernando Elías Guevara.
Por cierto, tampoco apareció el inefable “Bola Ocho”, a quien le cuelgan el muerto de las alianzas con los vecinos de enfrente. Ni hablar, es un hecho, en estos momentos en Veracruz, tiene mas fuerza un Tehuacán sin gas, que el propio gobernador, a quien no le respetaron su baraja de posiciones.
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