Mientras Javier Duarte dice que estamos a todo dar, Miguel Ángel Yunes Linares dice que «Veracruz vive una emergencia en materia de seguridad, finanzas públicas y empleo». El gobernador electo mostró datos contundentes sobre la situación en que se encuentra el estado de Veracruz.
En cuanto a la inseguridad, habló de esa realidad a la que se enfrentan muchas ciudades veracruzanas: «Balaceras y secuestros, luchas en la calle por el control de las ciudades, enfrentamiento entre cárteles, crecimiento del homicidios y secuestros: descontrol absoluto en el Estado; hay pánico entre la población».
Sobre las finanzas públicas «dio a conocer que en el último mes, las tres agencias calificadoras más prestigiosas a nivel global, dieron una calificación negativa a la situación crediticia y financiera del Estado de Veracruz».
El gobernador electo también advirtió que «pedirá al Congreso del Estado, a partir del mes de noviembre, analice la permanencia del Fiscal General del Estado porque es evidente que es cómplice en la violación de Derechos Humanos a miles de familias que han sido afectadas por la delincuencia».
Es por ello que el gobernador electo pedirá al gobierno de Enrique Peña Nieto que intervenga de manera urgente. Este panorama ya se veía llegar. Pues el gobierno que sale piensa dejar el estado en las peores condiciones para hacerle más difícil el gobierno a Yunes Linares. Pero, ¿y los veracruzanos? En esos nunca pensó Javier Duarte.
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