Layda Sansores y su secretaria de Seguridad Pública, Marcela Muñoz, son una pareja siniestra que tienen a cargo la seguridad de los campechanos. Basta contemplar como las dos señoras se presentan ante la ciudadanía, con atuendos muy alejados a su edad. Pero eso sería lo de menos. Resulta que Marcela Muñoz mandó a un grupo de policías, incluyendo a mujeres, a controlar un motín en el penal de Koben en Campeche. Mandó a los policías sin armas, por lo que los internos se aprovecharon, hirieron a 30 policías y varias mujeres policías resultaron ultrajadas. A partir de ese momento los elementos policiacos han pedido la renuncia de Marcela Muñoz, pero Layda Sansores, por sus arrestos, la mantiene en el cargo. Esto ha provocado una ola de protestas que han dejado el estado sumido en la ingobernabilidad.
Es por ello que la senadora Cecilia Sánchez del Grupo Parlamentario del PRI ha solicitado la desaparición de poderes en ese estado. La senadora Cecilia Sánchez acusa que Layda Sansores se ha burlado de los policías, «a pesar de que las policías mujeres estuvieron en muchos riesgos, sin equipo, dentro del CERESO, fueron violentadas y pasaron momentos muy desagradables porque no llevaban el equipo adecuado». A pesar de las manifestaciones Layda Sansores no quiere destituir a su secretaria de Seguridad.
La senadora del PRI argumenta: «Solo bastaron menos de tres años del gobierno de Morena para que el pueblo se manifestara y para que el pueblo hablara y pidiera la destitución, queremos denunciar todas las anomalías que han estado cometiendo con el cuerpo de policía y sobre todo nuestra solidaridad con ellos y con las mujeres policías que fueron violentadas».
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