Armando Ortiz / No nos hagamos tontos, la brujería, así sea blanca o negra, se ejerce con el propósito de buscar contacto con el demonio. Si el diablo existe o no, si hacen contacto con él o no, eso es otra cosa. Pero practicar brujería es buscar la aprobación del diablo. Pues así inició Manuel Huerta, candidato de Morena al Senado, su campaña electoral. La misma gente de prensa de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, mejor conocido como el “Manos Traviesas”, subió a redes sociales fotografías donde se ve al presunto depredador sexual en medio de brujos y hechiceros en Catemaco. No, Manuel Huerta no fue a la catedral para encomendarse a la virgen o a Cristo, no acudió ante los mayordomos de Papantla para que le dieran el bastón de mando, el “Manos Traviesas” se fue a lo más efectivo para él, se fue a buscar la magia negra. Igual el señor sabe que encomendarse al mal le ha dado buenos resultados. Hace unos años Manuel Huerta fue acusado de ser un depredador sexual; acusado de violación. En Libertad bajo Palabra publicamos unas fotos en donde queda constancia de su depredación. Manuel Huerta ponía las manos, de manera indebida, en el regazo de una jovencita cuando la entrevistaba en un hotel de Orizaba para un trabajo. Debemos suponer que, en esa ocasión, ante tanta denuncia y evidencia, “Manos Traviesas” Huerta buscó la ayuda de su protector en Catemaco y no sólo no le hicieron nada ni fue llevado a juicio, sino que hasta candidato al Senado de la República lo hicieron. Si le funcionó una vez, ¿por qué no dos veces?
El “Manos Traviesas” Manuel Huerta, por andar de “satánico”, fue bajado a la segunda fórmula al Senado de Morena; Claudia Tello sube a la primera
¿A quién se le ocurre? Manuel Huerta, mejor conocido como el “Manos Traviesas”, pensó que era buena idea iniciar su campaña al Senado de la República en Catemaco. Fue el primer viernes de marzo, día que según la tradición se abren portales, por lo que se llevan a cabo algunas actividades catalogadas como mágicas, o propias de la hechicería y del satanismo. Pensó el “Manos Traviesas” que, iniciando su campaña en Catemaco, el primer viernes de marzo, las fuerzas del mal habrían de protegerlo en su campaña como candidato de Morena. Pero sucedió todo lo contrario. Ese mismo día 1 de marzo, la coalición que lo respalda, Morena, PT y Verde, decidieron relegarlo ante el INE a la segunda fórmula en el Senado, colocando a Claudia Tello en la primera fórmula; lo que significa menos posibilidades de una curul para el candidato acusado de violación y acoso. Vale mencionar que a Manuel Huerta los de Morena, han pretendido relegarlo desde un principio. El comité estatal de Morena no lo incluyó en la lista de los encuestados para buscar la candidatura de Morena a la gubernatura. Fue el comité nacional de Morena el que lo inscribió. Manuel Huerta fue quien gano esa encuesta. Ahora, otra vez los de Morena, vuelven a relegarlo. ¿Quizá Morena piense que no le conviene que un sujeto, que se encomienda a las fuerzas de satán, los represente como su candidato al Senado?
“De la abundancia del corazón habla la boca”. Claudia Sheinbaum pide el voto de los mexicanos “para que siga la corrupción”
Dice la Biblia en el evangelio de Lucas, capítulo 6 versículo 45: “De la abundancia del corazón habla la boca”. Es por ello que hay personas que, aunque lo quieran, no pueden ocultar lo que hay en su corazón, sus verdaderas intenciones; la boca siempre los delata. Claudia Sheinbaum candidata presidencial de Morena, inició su campaña en el Zócalo de la Ciudad de México. Ahí, ante miles de militantes y miles de acarreados, la señora candidata expresó lo que hay en su corazón: “Sólo hay dos caminos este 2 de junio: que siga la corrupción“. Cierto, la señora candidata corrigió y terminó diciendo: “Que siga la transformación o que regrese la corrupción“. Tal vez en el momento que Claudia Sheinbaum hablaba se acordaba de los hijos del presidente y su red de tráfico de influencias; tal vez se acordaba de los sobre amarillos llenos de dinero que David León le entregó a Pío López Obrador, para las campañas de su hermano; tal vez se acordó del dinero que el narco entregó en 2006 a la campaña de López Obrador; tal vez se acordó de los sobrecostos en el AIFA, en Dos Bocas, en el Tren Maya. La verdad es que votar por Morena es como dice Claudia Sheinbaum, votar para “que siga la corrupción”, la corrupción del “Rey del Cash”, López Obrador.
Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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