¿Qué pensaría usted de la justicia si después de sufrir un robo, las autoridades descubrieran al ladrón, pero en lugar de meterlo a la cárcel le dijeran que como el robo es «un acto consumado» pues ya no se puede sancionar al ladrón? Eso es precisamente lo que sucede con el plagio que cometiera Enrique Peña Nieto al realizar su tesis de licenciatura.
Las autoridades de la Universidad Panamericana reconocen que el alumno Peña Nieto sí plagió autores, anotando párrafos completos de obras de estos, sin citarlos, sin darles crédito, dejando que todo mundo pensara que esas ideas eran suyas. No obstante este dictamen, las autoridades de la Universidad Panamericana señala que no hay elementos legales para proceder en contra del plagiario pues el plagio es «un acto consumado» y que por lo mismo es imposible proceder.
Parece lógico, ni modo de quitarle su licenciatura al presidente de la República, ni modo de regresarlo a la primaria para que aprenda valores, ni modo de ponerlo en un rincón con orejas de burro. Por supuesto en las redes sociales se han levantado las voces para deplorar este acto de cobardía y de encubrimiento por parte de las autoridades de la Universidad Panamericana.
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