Uy, cuánto poder de convocatoria del presidente López Obrador. Convoca a una cumbre migrante en Palenque, Chiapas y sólo le confirman los mandatarios de Venezuela, Cuba, Colombia, Honduras y el primer ministro de Haití. Los presidentes de los otros países de Centroamérica, incluso el presidente de los Estados Unidos, al ver que entre los invitados llegarían dictadores, prefirieron no hacer caso a la convocatoria. La cumbre se lleva a cabo a capricho del presidente López Obrador, y por supuesto es una mera excusa para sentarse con sus iguales, los dictadores Maduro y Díaz-Canel. La crisis migratoria que se vive en los países de Latinoamérica no se va a resolver sentando a los causantes de esas crisis, los presidentes tiranos, para darles caldo de pollo y guisado.
Los malos gobiernos, tanto de Venezuela, Colombia, algunos países de Centroamérica, incluso de México, son lo que provoca que la población busque un lugar mejor para vivir. Es difícil imaginar que el gobierno de México recrimine a Maduro por su pésimo gobierno, que ha obligado a miles de venezolanos a buscar refugió en México y en los Estados Unidos.
De las condiciones de vida en Cuba ni hablar. La falta de libertades, la violación a los derechos humanos y la pésima economía de la isla tienen a los cubanos viviendo en una prisión. Más que una cumbre, lo de Palenque se trata de una orgía de dictadores.
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