Raquel Buenrostro es una de las mujeres más corruptas del gobierno de López Obrador; eso sí, es severa y efectiva y lleva a cabo cualquier cosa que el presidente de México le ordene. Es fiel, leal. Desde el SAT Raquel Buenrostro operó muchos movimientos para conseguir efectivo para el “Rey del Cash”, quien como premio la nombró secretaría de Economía. Pues esta señora acudió a Nueva Delhi en representación del presidente López Obrador a la reunión del G20, un foro internacional de gobernantes y presidentes de bancos centrales, que tiene como meta discutir sobre políticas relacionadas con la promoción de la estabilidad financiera internacional.
La señora, en su primera reunión, la de recibimiento, acudió en “crocs”, un calzado zueco de goma de lo más informal; de esos que usamos cuando estamos en casa echando la “hueva”. Dicen los de su equipo que no estaba programada ninguna recepción oficial, por eso apareció con esas trazas. Cómo, ¿acaso no tenía unos zapatos decentes que ponerse?
A menos que a la señora se le hayan hinchado los pies por los “juanetes” y después del viaje sus zapatos ya no le entraran, no vemos por qué no se puso unos zapatos formales. Otros dicen que la señora quiso dar lección de austeridad, pero los más avezados dicen que Raquel Buenrostro no es austera, es corriente.
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