La jefa de Gobierno de la Ciudad de México le echó la sal. El día que sembraron el ahuehuete que habría de sustituir la palma que durante años estuvo en la glorita de La Palma, la jefa de Gobierno declaró: «Nuestro ahuehuete, viejo de agua, ya echa sus raíces en Paseo de la Reforma, es un árbol que da vida y esperanza a la Ciudad y a nuestro país». Pues qué cree. El árbol sembrado por el gobierno de la Ciudad de México ya está muerto, no va a renacer; desde el principio estuvo mal plantado. Saúl Alcántara, experto de la UNAM declaró: «La plantación realmente no fue exitosa porque seguramente han de haber golpeado el cepellón y le entró aire a las raíces porque empezó a ponerse amarillo en la misma semana».
Señala este investigador que a los 20 días el árbol plantado debió haber respondido a la tierra. Sin embargo, 5 meses después, el árbol ya está seco. «El ahuehuete del Paseo de Reforma está muerto, jamás va a revivir», señala Saúl Alcántara, quien advierte que desde el principio se hicieron mal las cosas: «Antes de trasplantar un árbol de estas dimensiones se tiene que podar, se tienen que retirar hasta un 40% de sus hojas para que no pierda humedad el tronco».
Vale mencionar que Claudia Sheinbaum en algún momento dijo que el ahuehuete no está muerto, como si fuera experta dijo que sus ramas secas eran parte de su condición. Así está gobierno de la Ciudad de México, con una jefa de Gobierno que busca ser presidenta de México; busca el cargo como si supiera hacer bien las cosas, y ya vimos que no.
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