En México, el gatopardismo sigue como en los gobiernos del pasado, su máxima de «cambiar todo para que nada cambie» siegue firme dentro dela 4T. Y es que, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que habría democracia en los sindicatos mexicanos. Sin embargo, al parecer no ha sido así. Al menos en el sindicato de los trabajadores de Pemex, ni hay una verdadera democratización ni en una mejoría de las condiciones de los trabajadores petroleros. Y es que, al parecer, la influencia del sempiterno Carlos Romero Deschamps se sigue sintiendo al interior del STPRM mediante sus corifeos que detentan el control del poderoso sindicato.
Desde luego, antes de las elecciones ya se había denunciado situaciones que perjudicaban a los trabajadores petroleros, no obstante, el Gobierno Federal hizo oídos sordos. Pues ojalá y que el gobierno tome nota de lo que pasa en este sindicato y no permita que esta situación se repita más adelante. Se sabe que el Ejecutivo federal ya tomó nota de la situación y que pronto dará un manotazo en la mesa.
Por cierto, donde también se las gastan para simular democracia es en el SNTE y, a como van las cosas, las elecciones en el SNTE serán hasta el 2024 y tenga por seguro que repetirán los métodos que están usando en las elecciones seccionales, donde el padrón es misteriosamente rasurado para favorecer a los incondicionales de Alfonso Cepeda. Ni hablar, no cabe dudad que la simulación tarde o temprano acarrea consecuencias, como es el caso del sindicato de Pemex.
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