Si el gobernador de Veracruz piensa que ha salido victorioso por la desaparición de la Comisión especial encargada de analizar las violaciones de los derechos humanos de varios veracruzanos, que en su mayoría han sido acusados por el delito de ultrajes a la autoridad, por favor, que alguien le diga que está viviendo en el error. Con la participación de los senadores que pidieron que esta comisión fuera eliminada, ha quedado constancia que éstos han preferido quedar bien con el presidente y no con los veracruzanos. La bufalada, al mero estilo priista, recibió línea desde Palacio Nacional, no fue necesario que el secretario de Gobernación hiciera llamadas.
Muchos senadores al ver que el amo y señor de la 4T le daba un espaldarazo a Cuitláhuac García, vieron a bien complacer al presidente. No pensaron en los veracruzanos, pero sí en sus propios intereses personales. Lo cierto es que, a nivel nacional, ha quedado demostrado que el gobierno de Veracruz está violando los derechos humanos de varios detenidos por el delito de ultrajes a la autoridad en Veracruz.
Y tenga por seguro que en cualquier momento será soltado de la cárcel José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República. Por cierto, resulta muy curioso que, de los 29 senadores rebeldes, casi todos han sido identificados con la jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum. Ni hablar, no cabe duda que los intereses personales están antes que los intereses de los ciudadanos, al menos de eso dan constancia los senadores que están en contra de Ricardo Monreal.
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