No tiene Delfina Gómez en dónde esconder la cara. Cuando el INE dio a conocer que, desde la administración municipal de Texcoco, donde la alcaldesa era Delfina Gómez, se triangularon recursos ilegales para las campañas de Morena, la maestra Delfina Gómez alzó los brazos al cielo, se echó ceniza sobre la cabeza al tiempo que profería: «Jamás haría una cosa así y tengo, precisamente, esa calidad moral para estar aquí».
Sin embargo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sentenció que sí, la maestra Delfina Gómez sí fue capaz de organizar un esquema paralelo de financiación con el apoyo “voluntario” de los trabajadores del municipio de Texcoco. A cada trabajador se le descontaba mensualmente el 10 por ciento de su salario que iba a parar al Grupo de Acción Política que entonces encabezaba Horacio Duarte, hoy director de Aduanas y que en ese entonces, 2013, era el secretario del ayuntamiento de Texcoco.
A pesar de que el TEPJF ratificara la sentencia en contra de Delfina Gómez y cómplices, la maestra no quiere renunciar a la SEP, pues todavía se siente con “calidad moral” para dirigir la Secretaría de Educación Pública. Andrés Manuel López Obrador tampoco la va a renunciar, pues él fue directamente beneficiado de esos 12 millones 813 mil 507 pesos que le juntaran de diezmos Delfina Gómez y Horacio Duarte.
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