Dicen que la Malinche, quien ya sabía de qué calaña era el hermano de Moctezuma, cuyo nombre original era Cuauhtláhuac, que significa “águila en el agua”, decidió ponerle por sobrenombre Cuitláhuac, que significa “dueño de excremento” o “caca seca”. Esta referencia no la conoce Juan Ignacio Zavala, quien en su artículo para El Financiero compara a dos gobernadores que se disputan el título del peor gobernador de la República, Cuauhtémoc Blanco y Cuitláhuac García.
Sobre el gobernador veracruzano el columnista anota: «Cuitláhuac: ‘excremento, cosa difícil’. Es en serio, no es vacilada, ése es uno de los significados del nombre del gobernador. Hay variaciones: excremento seco, dueño de excremento y cosas por el estilo. Parece que nombre es destino y el actual gobernador de Veracruz es materia fecal en los asuntos de gobierno. Al igual que en Morelos, Veracruz ha sido asolado por gobernadores corruptos, algunos de ellos delirantes. De la mano del ahora Presidente, Cuitláhuac García se hizo del despacho de gobierno. Nadie esperaba gran cosa de don Cui, pero tampoco el abandono en que se encuentra el estado. El gobernador nada más aparece para personificar la desgracia en alguna de sus distintas maneras. El día que anunció que había un gran cambio en el estado, lo hizo declarando que había baños de las gasolineras en perfecto estado de limpieza».
Por supuesto, el reciente fin de semana muestra que Veracruz se encamina a ser un estado fallido, un estado que vive la diputa de territorio, un estado donde las autoridades veracruzanas sólo quedan como un inútil espectador en esta disputa.
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