El próximo presidente de Chile surgió de las luchas estudiantiles, de los movimientos sociales, de las marchas. Es por ello que un ocurrente anónimo quiso comparar a Antonio Attolini, el lamesuelas número uno de la Cuarta Transformación, con Gabriel Boric, ganador de las elecciones presidenciales en Chile. En un artículo titulado «Attolini, ¿el próximo Boric mexicano?», el autor anónimo (no sorprendería que fuera el propio Attolini), dice: «En este sentido, siguiendo la línea de los otros dos países, Antonio podría unir al #YoSoy132 y al Obradorismo en un futuro. De esta manera, estaría igualando a Iglesias y Boric en encabezar las protestas de estudiantes en las calles y llegar al Gobierno de su país».
El otro país del que el autor habla es España, donde un activista estudiantil como Pablo Iglesias, líder de Podemos, alcanzó la vicepresidencia de ese país. Habría que decirle a ese autor anónimo que ni Gabriel Boric ni Pablo Iglesias se pusieron del lado del poder, nunca le buscaron la bragueta al presidente en turno, nunca se postraron para lamer las suelas de ningún López Obrador.
Todavía Attolini se atreve a dar la cara y agradecer el artículo, pero dice que está ocupado en asuntos locales; tan locales como buscar a ver quién se descuida para ensalivarle alguna parte del cuerpo.
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