El gobernador de Veracruz dijo que Ricardo Monreal, coordinador de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, estaba defendiendo delincuentes. Lo que el senador Monreal hizo fue exigir al poder Judicial que actuara conforme a derecho. Si había pruebas para que se dejara a los jóvenes en prisión, que se cotejaran y se decidiera conforme a derecho, pero si no había pruebas o éstas eran falsas, entonces se debería dejar en libertad a los jóvenes. Un juez federal, no Ricardo Monreal, decidió lo segundo.
Pero la desidia y omisión de una justicia mediocre en Veracruz permitió la arbitrariedad de tener a estos jóvenes desde septiembre en prisión preventiva. Al final, una vez que el senador Monreal intervino nuevamente, los jóvenes salieron en libertad, esto a pesar de que la jueza de control, mediocre y omisa, se había negado a retomar el caso porque el juez de control, mediocre y omiso, se fue convenientemente de vacaciones.
Todo esto nos muestra que en Veracruz la justicia es voluntariosa, se aplica a voluntad de los jueces, del gobernador o de otras entidades de poder. La justicia en Veracruz no sólo es omisa y mediocre, sino que además está sometida al poder Ejecutivo. Todo eso se mostró en el caso de los seis jóvenes detenidos de manera arbitraria.
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