Alberto Calderón P.* / Varios son los factores que preocupan a la humanidad, podemos enumerar: la hambruna, la falta de empleo, las migraciones, guerras, narcotráfico, conflictos sociales y otras de carácter social, político y económico, pero hay dos que muchos países y gobiernos no toman muy en cuenta y que nos podrían llevar a la extinción.
Una de ellas es el cambio climático cuyas consecuencias vemos todos los días en los medios de información, con lluvias, inundaciones, fenómenos atmosféricos atípicos, sequía, en otros horizontes deshielo; estos y muchos otros están causando grandes e intensos fenómenos atmosféricos que pueden ir en aumento si no se hace algo pronto, se siguen utilizando de forma abierta las energías fósiles causando con ello grave contaminación y sobre todo contribuyendo al calentamiento del planeta.
En otro peligroso frente vemos el colapso de la biodiversidad, la suma de estos dos fenómenos que hemos provocado por la indiferencia hacia otras especies nos llevan a vivir uno de los momentos más difíciles en la historia del planeta, todos los seres vivos estamos aquí para cumplir una función y las complejas relaciones que guardamos entre nosotros y nuestro entorno se rompen, creando un desequilibrio que nos puede llevar a la extinción si no hacemos algo ¡ya!
El ex presidente del The Nature Conservancy Henry Paulson dice que la extinción de animales y plantas se extinguen en la actualidad mil veces más rápido que cuando lo hacían de forma natural antes de la aparición del hombre, un ejemplo es la pérdida de grandes variedades de insectos, cifras en verdad alarmantes que poco se conocen como este dato que realmente sorprende, imaginen que tan solo en los Estados Unidos de 1970 a la fecha, en aproximadamente 50 años han disminuido aproximadamente 3000 millones de aves como lo menciona la Revista Ciencia, con esto disminuyó la reproducción, y extinción de especies y habitad de estas, pero también se ha disminuido el de especies comunes desatando con ello el desequilibrio de los ecosistemas.
A pesar de los esfuerzos por detener la pérdida de la biodiversidad, la Organización de las Naciones Unidas en la reciente década perdimos alrededor de treinta especies, entre animales y plantas, el recuento es cruento 15 especies de peces endémicos de la zona de Filipinas, el pez manos de Tasmania de los mares australianos, en 2020 se declaró extinguida, la salamandra de Jalapa, Guatemala, era común verla en los árboles de la región, pero ya no estará más en este planeta, la mantis enana espinosa habitante de los arbustos italianos, murciélagos del Japón, el pez espátula del rio chino Yangtsé, el caracol de los árboles del Hawái, el tiburón del sur de China.
Muchas plantas También han sufrido su proceso de extinción en todos los rincones del planeta, la lista es muy larga una de ellas es la Araucaria Mirabilis originaria de Argentina con una antigüedad de 160 millones de años, hoy no la veremos más, el arbusto “Toromito”, de una altura de aproximada de tres metros de origen chileno, también desapareció, lo mismo sucedió con la Franklinia de los Estados Unidos, la Laelia Gouldiana, una flor mexicana tipo orquídea, oriunda del estado de Hidalgo, se fueron de nuestro habitad por la acción del hombre, no queremos que la biodiversidad se quebrante más, debemos hacer algo por detener la contaminación de nuestro planeta.
*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).
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