Casi cinco meses después de haberse reunido autoridades de la SEV, con directivos, maestros y alumnos para premiar simbólicamente a los ganadores del concurso de cuento breve “Mi pueblo, mi identidad” y hasta el momento, las dichosas computadoras que le iban entregar a los laureados no han llegado. En otras palabras, Zenyazen Escobar, no les ha cumplido a más de 40 niños. Pero eso sí, se llenan la boca diciendo: «Reconocemos el compromiso y entrega de estudiantes, docentes, familiares y todos quienes participaron en el proceso creativo. Agradecemos su participación y voluntad».
Resulta patético escuchar discursos de funcionarios del gobierno de Cuitláhuac García, diciendo que en Veracruz los niños son primero y que la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), realmente se preocupa por la niñez veracruzana, cuando en los hechos no sólo los ilusiona, sino que hasta el momento han sido engañados por Maritza Ramírez Aguilar, titular de la subsecretaría de Educación Básica y por el propio Zenyazen Escobar.
No cabe duda que en el caso de esta pareja, se cumple la máxima bíblica «por sus frutos los conocerán». Y así quiere ser gobernador el grandote de Río Blanco. Por cierto, tenga la seguridad, que después de ser ventaneados, al rato van a salir con una perorata de «tarde pero seguro».
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